Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La unidad es la base

Sobre los nuevos desafíos regionales ante la estocada imperialista de los últimos años se debate en el encuentro hemisférico Derrota del ALCA, diez años después

Autor:

Yailé Balloqui Bonzón

Vivimos hoy una realidad que transita entre los viejos peligros impuestos por el imperialismo y otros nuevos que podrían dar al traste con la realidad que hoy exhibe la región latinoamericana y caribeña.

No son pocos los que hablan de un «fin de ciclo latinoamericano», pero no se percatan de que la serie de conquistas alcanzadas en estos diez años no permiten que la mayoría de los latinoamericanos y caribeños le den paso a una nueva época de neoliberalismo o conservadurismo amplio. Una etapa que renació en noviembre de 2005 cuando el continente dijo «no» al intento de dominación imperial conocido como Área de Libre Comercio de las Américas (Alca).

El derrocamiento de ese engendro colonizador hace diez años reafirmó que el neoliberalismo carece de poder para conquistar a las grandes mayorías, a diferencia de los sectores progresistas.

Así refirió el economista uruguayo Gustavo Codas al intervenir en las primeras sesiones del encuentro hemisférico Derrota del Alca, diez años después, que sesiona desde este viernes en La Habana y en el cual académicos y líderes sociales del continente reafirman su condena a los mecanismos de dominación económica y las políticas neoliberales.

Sin embargo, ante la nueva estrategia neoliberal, conservadora e imperialista en la región, es necesario trazarse nuevas estrategias para consolidar los proceso sociales y el trabajo de los movimientos populares, sindicales y políticos de la izquierda, que puedan hacerle frente, aseveró el argentino Diego Montón en diálogo con JR.

También, agregó, consolidar los avances que hemos tenido en estos años e ir hacia delante profundizando las transformaciones que necesita nuestro continente y, en medio de esta realidad, trabajar en estructurar una gran organización con un programa de unidad.

Es vital la defensa de la democracia en la región y de los Gobiernos progresistas y populares frente a la ofensiva desestabilizadora y que busca deslegitimar las conquistas de los pueblos, subrayó Montón.

En Argentina específicamente, recordó el coordinador de la secretaria operativa de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), esta tarea se nos hace hoy más fuerte ante la posibilidad de que vuelvan al poder Gobiernos neoliberales como los que hundieron a la nación a fines del siglo pasado e inicios del actual.

«Patria o Macri» es nuestro lema, resaltó Montón en referencia a la posibilidad de que el opositor Mauricio Macri alcance el poder en el balotaje del próximo domingo.

Con Daniel Scioli, representante del Frente para la Victoria, está clara la posibilidad de seguir avanzando en un proyecto que le dio mucho a los humildes, pero que aun necesita para su consolidación.

En estas elecciones, afirmó, también se disputa el sentido de la integración latinoamericana. Mientras que Scioli y el Frente para la Victoria que representa expresan la continuidad del trabajo de articulación y profundización de la integración latinoamericana, Macri no oculta su subordinación a Estados Unidos y ha dicho, sin tapujos, que él se sumaría a las desestabilizaciones del proceso venezolano.

El encuentro hemisférico Derrota del Alca, diez años después, busca analizar lo que se ha hecho en la última década en defensa de la soberanía de los pueblos del continente, la rearticulación de la derecha y la estrategia de dominación imperialista; así como el nuevo escenario de la región, los procesos de cambio, mecanismos de integración y movimientos populares.

Para el colombiano Carlos Ramírez, integrante del Congreso de los Pueblos, necesitamos revisarnos y replantear nuestras luchas en esta última década, porque sabemos que sepultar al Alca no fue la derrota definitiva del capitalismo.

Estamos siendo testigos hoy, no solo en Colombia, sino en todo el continente, de una ofensiva capitalista y creemos que la alternativa pasa por defender los Gobiernos, retomar la lucha popular y la articulación de los movimientos sociales, afirmó.

Desde acá queremos compartir lecturas, revisar entre todos nuestras realidades y potenciar espacios de unidad y de lucha popular.

Ante la ofensiva imperialista para dividirnos, necesitamos estar fuertes, reencontrarnos y reconocernos, aunar luchas. Sobre todo, dijo, en el área ideológica y de la comunicación. Hoy nos dominan más con las ideas que con las armas. La unidad es la base, reafirmó Ramírez.

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