Además de contribuir a la protección de la capa de ozono, la destrucción de las sustancias que la dañan repercute en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y favorece el enfrentamiento al cambio climático. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:18 pm
Los niveles atmosféricos de clorofluorocarbonos han comenzado a descender. Sin embargo, aún persiste el peligro, pues el agujero de la capa de ozono —si continúa disminuyendo a ese ritmo— solo podrá cerrarse a mediados del presente siglo.
La alarma internacional llevó a los países a firmar el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, en 1985, y el Protocolo de Montreal, en 1987. Estos instrumentos internacionales comprometieron a las naciones a eliminar la producción y el consumo de productos químicos industriales dañinos. Cuba es signataria de ambos documentos y hace 20 años creó la Oficina Técnica de Ozono (OTOZ), que exhibe un trabajo continuado y efectivo para cumplir con sus compromisos.
Según el Doctor en Ciencias Nelson Espinosa, director de la OTOZ, las acciones llevadas a cabo bajo el auspicio de ese organismo permiten a nuestro país dejar de emitir anualmente a la atmósfera cuatro millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Además, en el actual año han logrado destruir 258,4 kilogramos de sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO), resultado que la sitúa entre el pequeño grupo de países de la región que pueden realizar esa labor con recursos propios.
Entre los impactos más notables alcanzados por Cuba en los últimos 20 años se encuentran la erradicación total de los clorofluorocarbonos (CFC) en la producción de aerosoles farmacéuticos e industriales y la no utilización de bromuro de metilo en la fumigación, particularmente en cultivos protegidos como el tabaco.
La Oficina Técnica de Ozono se propone reducir este año en diez por ciento el consumo de hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y espera erradicarlos totalmente para 2030. Para tal propósito el país implementó un programa destinado a eliminar de manera progresiva su importación y uso, porque esas sustancias además de agotar la capa protectora de la atmósfera, son potentes gases de efecto invernadero.
La decisión constituye un gran reto. Los HCFC son muy utilizados en la refrigeración y climatización, por lo que se requieren gases refrigerantes alternativos no perjudiciales y la introducción de nuevas tecnologías.
Entre las principales iniciativas que realiza el país para preparar al personal se encuentra impartir cursos sobre buenas prácticas en refrigeración y climatización, los cuales se realizan en coordinación con los ministerios de Educación Superior y Educación.
Las clases se impartirán en universidades e institutos politécnicos, y deben capacitarse unos 6 000 ingenieros, técnicos, mecánicos y obreros, incluidos trabajadores por cuenta propia.
Con todas estas acciones, Cuba cumple con rigor los compromisos asumidos a fin de disminuir y eliminar en los plazos establecidos el empleo de sustancias agotadoras de la capa de ozono, como país firmante y Estado parte del Convenio de Viena y del Protocolo de Montreal.
Adiós a los gases dañinos
La máster en Ciencias Natacha Figueredo Valdés, funcionaria de la OTOZ, explicó a JR que en instalaciones ubicadas en Sigüaney, Sancti Spíritus, se destruyen las sustancias agresivas a la capa de ozono, que fueron almacenadas tras la sustitución de más de 2 millones y medio de refrigeradores y cerca de 300 000 aires acondicionados domésticos durante la Revolución Energética realizada en nuestro país, a principio del actual siglo.
«La moderna planta, de tecnología japonesa, comenzó sus trabajos en abril último, y en la actualidad transita por una etapa de estabilización en su funcionamiento.
«Esta estrategia forma parte de un proyecto demostrativo de recolección, recuperación, almacenamiento, transporte y regeneración de esos productos. Fue concebida entre la OTOZ y el Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal mediante el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que busca darle un destino ambientalmente seguro a la destrucción de las sustancias agresivas a la capa de ozono y evitar su emisión a la atmósfera».
La especialista destacó que se continuarán destruyendo las sustancias agotadoras, cuando se logre la estabilización de la puesta en marcha de la nueva planta. Una segunda fase del calendario de eliminación contempla los HCFC.
«Además de contribuir a la protección del llamado escudo de la Tierra, la destrucción de las SAO repercute en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, favoreciendo el enfrentamiento al cambio climático».
Razones para festejar
Cada 16 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Protección de la Capa de Ozono, uno de los eventos más importantes para la Organización de Naciones Unidas, al cual se suman 194 países. En esta fecha la Oficina Técnica de Ozono, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, conmemora también el aniversario 20 de su creación.
El Doctor Nelson Espinosa expuso que durante todo el mes de septiembre y bajo el lema «Cuba: más de 20 años protegiendo la capa de ozono», ese organismo desarrolla en todo el país una jornada por el cuidado y preservación del medio ambiente.
Durante las actividades centrales por la celebración serán premiados los estudiantes ganadores del concurso de dibujo y literatura 2015, se entregarán los reconocimientos 20 Aniversario de la OTOZ a personalidades e instituciones destacadas en la protección de la capa de ozono y será inaugurada una exposición alegórica.
También ocurren por estos días festivales del papalote y copas Ozono de fútbol, matutinos especiales en centros docentes y laborales, así como actividades variadas en las escuelas donde se han creado círculos de interés Protege la Capa de Ozono y en otras donde se ejecutan proyectos medioambientales.
Asimismo, se desarrollan iniciativas en lugares de la capital muy visitados por niños y jóvenes, particularmente vinculados con el medio ambiente, como el Museo de Historia Natural, el Acuario y los dos parques zoológicos.
¿Qué es la capa de ozono?
Se denomina capa de ozono a la zona de la estratosfera terrestre que contiene una concentración relativamente alta de ozono. Se extiende aproximadamente de los 15 kilómetros a los 50 kilómetros de altitud, reúne el 90 por ciento del ozono presente en la atmósfera y absorbe del 97 al 99 por ciento de la radiación ultravioleta de alta frecuencia.
El ozono actúa como filtro o escudo protector de las radiaciones nocivas y de alta energía que llegan a la Tierra y garantiza que pasen otras, como la ultravioleta de onda larga. Esta llega a la superficie y permite el proceso de fotosíntesis.
El desgaste grave de la capa de ozono provoca el aumento de los casos de melanomas o cáncer de la piel, de cataratas oculares y afectaciones en el sistema inmunológico de los seres humanos y de otras especies, así como afecta los cultivos sensibles a la radiación ultravioleta.