TRINIDAD, Sancti Spíritus.- Tras la llegada de su aniversario 501 la tercera villa de Cuba prosigue apostando por la restauración y conservación de su patrimonio material e inmaterial.
Para ese fin, la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y su Valle de los Ingenios destina alrededor de 2,4 millones de pesos, cifra que se invierte, fundamentalmente, en el rescate constructivo de edificios de alto valor histórico patrimonial, el cambio de imagen de la ciudad e intentar afianzar entre los diferentes grupos etarios sus auténticas tradiciones, según explicó Norberto Carpio Calzada, director de la referida institución.
Precisamente por ese motivo, añadió el directivo, los trabajos se concentran en el Valle de los Ingenios, donde se labora en la nave almacén de la casa hacienda Guáimaro, edificación del siglo XVIII y, según la Historia de Cuba, en sus predios estuvo una de las mayores producciones de azúcar de su época.
«Hemos podido rescatar todos sus muebles de época y todo gracias al quehacer de un grupo de artesanos trinitarios, así como su sistema de iluminación, canales y jardinerías», dijo.
Explicó que entre las obras realizadas en esa área con más impacto para la comunidad se encuentra la puesta en marcha del pozo, lo que permitió una gran mejoría al acceso de agua potable, uno de los grandes problemas de ese lugar.
La casa hacienda de San Isidro de los Destiladeros también es objeto de las labores de preservación y conservación con los trabajos en su sistema de drenaje; así como en la torre campanario, las ruinas del entorno y el vial.
El valle de los Ingenios es uno de los lugares más visitados del municipio trinitario, tanto por turistas nacionales como extranjeros.
Carpio Calzada añadió que en la ciudad se ejecutan dos importantes obras: el Teatro La Caridad y la Casa Frías, significativos exponentes ambos de la arquitectura de la tercera villa de Cuba.
En la primera, agregó, con más de 20 años cerrado, se prevé que en el mes de febrero se concluya las acciones constructivas que recupera las tres primeras crujías, grandes espacios cubiertos por una armadura y cubierta características de las casas coloniales.
La Caridad, originalmente una vivienda y convertido en teatro en el año 1936, recobrará su completo esplendor a finales de este año, luego de que culmine la segunda etapa de trabajo que prevé la incorporación de estructuras más contemporáneas en busca de agilidad en las labores y funcionalidad del espacio.
Por su parte, en la Casa Frías, según dijo la propia fuente, se labora en su sistema de habitaciones, patio interior y cafetería, a convertirse en un café cultural.
La Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y su Valle de los Ingenios, además de protagonizar otras importantes acciones constructivas como en la Plaza de las Tres Cruces y la colocación de los delimitadores del centro histórico, propone durante todo este 2015 un amplio y diverso programa cultural que involucra a toda la familia.