El Comandante de la Revolución Guillermo García Frías durante la presentación del libro «Encuentro con la verdad» relató anécdotas a los jóvenes sobre la lucha guerrillera en la Sierra. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:59 pm
NIQUERO, Granma. —De seguro hoy, en fecha memorable para las nuevas generaciones de cubanos, cuando poco después de las 6:00 de la mañana, desde el mismo lugar de hace 58 años, jóvenes de todas las provincias del país reediten simbólicamente los hechos del 2 de diciembre de 1956, en que tocaron tierra cubana los 82 expedicionarios del yate Granma para iniciar el último período de luchas por la independencia nacional, estarán frescos los recuerdos y las experiencias vividas este lunes tras una jornada de encuentros con la Historia.
En vísperas de la emblemática conmemoración, en la que la UJC rendirá especial homenaje a las FAR y en la que participarán más de 6 000 personas de las cinco provincias orientales, el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías significó el papel fundamental de los pinos nuevos en la preservación de la Patria y las conquistas de la Revolución.
Al presentar en el Monumento Portada de la Libertad el libro de su autoría Encuentro con la verdad, Guillermo García narró varios pasajes vinculados con los días posteriores al desembarco, el apoyo del campesinado al naciente Ejército Rebelde, la lucha guerrillera y las fechas subsiguientes al triunfo de enero de 1959.
El encuentro tuvo lugar muy cerca de la zona por donde arribara el Granma, acontecimiento que será evocado por cuadros de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), miembros de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior, dirigentes de base de la UJC y jóvenes sobresalientes en la producción, la ciencia, el deporte, la cultura y los servicios.
En la presentación estuvieron Yuniasky Crespo Baquero, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y Carmen González, miembro del Comité Provincial del Partido en Granma, entre otros dirigentes de organizaciones políticas y de masas.
Al dialogar con los presentes, Guillermo García, también Héroe de la República de Cuba, exhortó a profundizar en la historia nacional y a no olvidar la pésima situación social y económica en la que se encontraba el país antes de la victoria de los barbudos encabezados por el Comandante en Jefe.
«Fidel me enseñó lo que era Patria. Antes se vivía por vivir, sin esperanza, sin porvenir alguno», señaló García Frías, e ilustró cómo el estado de desesperación de la clase humilde llevaba a hechos tan insólitos como el protagonizado por un machetero de la región de Pilón, quien llegó a cortarse un dedo intencionalmente para obtener un subsidio de bonificación.
También se refirió al magnífico papel de las mujeres y del campesinado de la zona en la ayuda a los expedicionarios del Granma, los que se dispersaron luego de la derrota de Alegría de Pío, el 5 de diciembre de 1956.
Guillermo García, primer campesino en incorporarse al Ejército Rebelde, contó anécdotas ligadas a Camilo Cienfuegos, Fidel y otros expedicionarios, y dijo que había llegado a las filas de las tropas rebeldes a los 28 años.
Expuso, bromeando, que nada de lo que había contado lo había hecho mirando el libro Encuentro con la verdad, de 158 páginas, publicado en el 2010 y prologado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Respondiendo a preguntas de los jóvenes, Guillermo García señaló que las nuevas generaciones de cubanos, inspiradas por la Revolución, estaban dando un ejemplo formidable al mundo en coyunturas tan extraordinarias como la lucha contra el ébola en África.
Resaltó la labor de los bisoños deportistas en los recién concluidos Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014 y acotó que antes de la Revolución era impensable que una nación como Cuba conquistara 123 medallas en un certamen de este tipo. Precisamente entre los asistentes se encontraban el pelotero Roel Santos, de Niquero, y el pesista santiaguero Alejandro Cisneros, participantes en la cita deportiva mexicana.
El cierre del conversatorio, que se extendió por cerca de dos horas, estuvo a cargo de la segunda secretaria de la UJC, Suselys Morfa González, quien apuntó que en estos días los jóvenes que reeditarán el desembarco «hemos estado llorando no de tristeza, sino de emoción», al repasar episodios de la epopeya libertaria. Apuntó que los pinos nuevos tienen el reto de prepararse todos los días, y agradeció a la generación histórica de la Revolución por haber cimentado una Patria real.
Los 82 jóvenes que hoy reeditarán el desembarco, divididos en dos grupos, tienen previsto visitar sitios relevantes de la nación como la Comandancia General de La Plata y el Pico Mella (Bartolomé Masó), Cabo Cruz y El Guafe (Niquero), La Demajagua (Manzanillo), la Casa Natal de Celia (Media Luna), la Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, el Museo de Cera y la Plaza de la Patria (Bayamo).
A diferencia de hace 58 años, no demorarán, como entonces, 120 minutos para tocar tierra firme, porque ahora se levanta entre mangles y cortaderas un puente de concreto de casi dos kilómetros de largo.
Canto a Fidel
Cinco meses antes de enrolarse en la expedición de Tuxpan a Las Coloradas, Ernesto Che Guevara dedica este poema a Fidel, a quien describe como «ardiente profeta de la aurora»:
Vámonos
ardiente profeta de la aurora,
por recónditos senderos inalámbricos
a liberar el verde caimán que tanto amas.
Vámonos,
derrotando afrentas con la frente
plena de martianas estrellas insurrectas,
juremos lograr el triunfo o encontrar la muerte.
Cuando suene el primer disparo y se despierte
en virginal asombro la manigua entera,
allí, a tu lado, serenos combatientes,
nos tendrás.
Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos
reforma agraria, justicia, pan, libertad,
allí, a tu lado, con idénticos acentos,
nos tendrás.
Y cuando llegue el final de la jornada
la sanitaria operación contra el tirano,
allí, a tu lado, aguardando la postrer batalla,
nos tendrás.
El día que la fiera se lama el flanco herido
donde el dardo nacionalizador le dé,
allí, a tu lado, con el corazón altivo,
nos tendrás.
No pienses que puedan menguar nuestra entereza
las decoradas pulgas armadas de regalos;
pedimos un fusil, sus balas y una peña.
Nada más.
Y si en nuestro camino se interpone el hierro,
pedimos un sudario de cubanas lágrimas
para que se cubran los guerrilleros huesos
en el tránsito a la historia americana.
Nada más.
Che Guevara
México, 1956.
Mural El Arca de la Libertad, obra de Alexis Leyva (Kcho) y otros destacados artistas de la plástica, realizada en el 2006 como homenaje al aniversario 50 del desembarco del Granma. Foto: Calixto N. Llanes.