Junto a los cubanos luchó contra el odioso Apartheid sudafricano, poniéndose al lado de las víctimas cuando la complicidad de las potencias de la época se inclinaba hacia los victimarios. Supo estar al lado de Cuba cuando los augures apostaban por nuestro abatimiento y las apuestas se inclinaban por el triunfo de la infamia. Se puso en la fila de los buenos cuando la vergüenza los convocó a luchar por la libertad de los Cinco, retando al imperio cruel en tiempos de exultada venganza. Nos acompañó y estuvo siempre presta a poner su nombre en la lista creciente de los que reclaman fin al calvario impuesto a nosotros y a nuestros familiares por un sistema legal viciado por el oprobio.
Fue justa. Fue humana. Fue grande. Por eso fue digna del respeto y la admiración de los Cinco, de nuestros seres queridos y del pueblo cubano.
Nadine Gordimer ha muerto. Que en la paz de los justos viva para siempre. Inmortal e incansable.
Gerardo Hernández Nordelo
Ramón Labañino Salazar
Antonio Guerrero Rodríguez
Fernando González Llort
René González Sehwerert
15 de julio de 2014