La decisión del Ministerio de Educación Superior y de la Comisión Nacional de Ingreso de repetir —el próximo lunes 26 de mayo de 2014 a las 9 de la mañana y en las mismas sedes— el examen de Matemática para el ingreso a la Universidad, ha generado en la edición digital de Juventud Rebelde un buen grupo de comentarios, que han llegado, además, por otras vías a nuestra redacción.
Abordamos un resumen de ellos, de los diversos criterios, los cuales también se expresan hoy y son objeto de debate en hogares y centros de estudio —fundamentalmente en La Habana, ciudad donde ocurriera la filtración y el fraude—, y esperamos sea motivo de reflexión en todo nuestro país.
Esas opiniones van —las menos—, de la visión mordaz de que «Así estamos, con varios CUC se resuelve el problema»; pasando por las apelaciones de que es una «decisión injusta», hasta el análisis sincero de una de las estudiantes de 12mo. grado, que aprobó, le impactó la decisión, pero comprende su justeza, y tiene la total confianza en sí misma y en sus conocimientos para enfrentar un segundo examen y aprobarlo.
Prevalecen los llamados al control, la vigilancia y la exigencia por parte del Ministerio y de las instituciones que participan en el proceso examinador. Se pide sanción aleccionadora y la exposición de los culpables, dándole un No rotundo a las conductas impropias y corruptoras. Como son parte esencial en «la formación de principios y valores», se rechaza a aquellos padres responsables «de la pérdida de esos estudiantes que han cometido el fraude», y de los profesores que, en lugar de cumplir su deber de enseñar y formar, se han corrompido y deforman.
Juventud Rebelde continuará siendo parte de un combate, que es de todos, por lograr que prevalezca «el sentimiento de la justicia, ese sol del mundo moral» que nos enseñó uno de los más insignes pedagogos y formadores de las virtudes y valores que enriquecen nuestra nacionalidad, José de la Luz y Caballero.
A continuación, algunas de las opiniones o fragmentos de ellas…
yo _aqui.— Realmente injusto para aquellos que se esforzaron y lograron sacar altas calificaciones sin hacer fraude (…)
alvino.— (…) Cómo es posible que sea capaz de filtrarse una prueba que tiene que estar a buen resguardo, los principales culpables tienen que ser los encargados de custodiarla (…) Espero que esta noticia tenga continuidad y se expongan los culpables.
Roxana.— Que tomen medidas fuertes con los implicados y sobre todo con los padres de los alumnos implicados; ellos son parte de la formación de principios y valores, de la pérdida de esos estudiantes que han cometido el fraude; que se tome esto como medida de escarmiento y no se deje impune a los culpables.
Guillermo Baute.— La tranquilidad de una almohada no se cambia por nada. Como tampoco se debe cambiar la tranquilidad del saber, del conocimiento, la necesidad de aprender de nuestros hijos. Estamos errando paso a paso, y lo más triste es que en cada paso, nos llevamos a nuestros hijos consigo. Por favor, antes de dar un paso así, piensen en nuestros hijos, eviten este tipo de situación, que no te hace más rico, ni más millonario, sino mil veces más pobre, sí, pobre de alma, pobre de amor, y pobre de conocimiento, y lo hace contigo, y TÚ lo haces con tu hijo. El conocimiento, el estudio, así como el trabajo, NO MATA, ayuda y enriquece. Dejemos que nuestros hijos se esfuercen, y crezcan pisando su propio sudor, y si vamos ayudarlos, que sea siempre con el honor y la verdad. Él (tu hijo) se merece tu respeto, RESPÉTALO, y respeta al nuestro.
vivi.— Es triste oír estas noticias de fraude en las pruebas de ingreso (…) hay que revisar bien el tema. Los valores y principios se crean desde la casa y cosas como esa no se pueden quedar impunes, que ESTUDIEN Y SE PREPAREN.
jmjp.— Espero que con la misma claridad que se ha expuesto este caso de FRAUDE, (no filtración de examen), se hagan públicas las medidas adoptadas con los culpables de tan lamentablemente hecho y se lleven a los tribunales a los que lucraron con los exámenes, poniendo en conocimiento de toda Cuba, nombres y dos apellidos de cada uno de los implicados; porque más grave que el hecho en sí, es el malestar y el desánimo de aquellos que a pura conciencia y conocimiento realizaron y aprobaron su examen y ahora tienen que enfrentarse nuevamente a los mismos por la actitud irresponsable y avaricia de unos pocos.
Hilda Pérez Sousa.— Me parece justa la decisión (…) aunque sé de muchos estudiantes que se esforzaron y sacaron sus notas por esfuerzo propio y ahora tienen que repetir la prueba (…) no podemos continuar tolerando actitudes como esta, se deben buscar a los culpables de estos hechos y tomar medidas drásticas con los mismos, incluyendo a padres y profesores. Al final nuestros hijos son los más perjudicados; ¿qué principios morales y éticos son los que estamos fomentando con estas actitudes??? Me parece que hay mucha tela por dónde cortar, empecemos por el principio, buscando las verdaderas causas.
Edel.— Es lamentable que individuos deshonestos se dediquen a lucrar con el fraude, inculcando antivalores en nuestros hijos. Es lamentable que algunos padres sean cómplices con hechos de fraude realizados por sus hijos o que compren exámenes para suplir lo que el talento individual en ellos no alcanza. La decisión de repetir el examen de Matemática no debió ser fácil, pero es justa. No podemos permitir que estudiantes fraudulentos alcancen carreras por encima de los jóvenes que no son fraudulentos.
Adiamis Díaz Hernández.— Luego de terminar mi 12 grado me dediqué a estudiar diariamente. Estudiaba a cualquier hora sin importar día ni lugar. Desde que estoy en 7mo. grado quiero estudiar Medicina y me preparaba fortísimamente para lograr ingresar a la Universidad. Luego de conocer mi calificación en el examen de Matemática me sentí orgullosa de mí y fue una muestra de respeto y de agradecimiento a todo aquel que me apoyó durante mis tres cursos: mis familiares, amigos, vecinos y mis maestros. La noticia de que se anulaba el examen fue impactante, pero luego de analizar las causas, lo veo justo. Justo para todo aquel que al igual que yo no vaciló en sus estudios y se esforzó para aspirar a sus carreras. Carreras como Diseño, Psicología, Economía entre otras, serían arrebatadas de las manos de estudiantes, como mis amigos, que se las merecían y habían estudiado por ello. No es momento de intimidarse, ni los alumnos como yo ni todos aquellos familiares que nos han apoyado y estudiado junto a nosotros. Es justo que sea castigado un acto tan bochornoso y degradante como es el fraude estudiantil. Solo nos queda estudiar y demostrarnos a nosotros mismos que si pudimos con una, podemos con dos. Nosotros somos el futuro de nuestra sociedad.