Cuba impulsa las investigaciones para un mejor aprovechamiento de minerales como el níquel. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:46 pm
Un total de 53 objetivos geológicos serán estudiados durante el año 2014 en Cuba, y los principales estarán destinados a la prospección de petróleo, níquel, materiales de construcción, oro, carbonato, zeolita y cromo.
Durante un encuentro de la prensa este jueves con funcionarios del Ministerio de Energía y Minas (MEM), en la sede de esa instancia gubernamental, se conoció que la proyección responde a la implementación de la política para el perfeccionamiento de la investigación y el Servicio Geológico de Cuba, aprobada el pasado 1ro. de marzo por el Consejo de Ministros.
Enrique Castellanos, director de Geología del MEM, significó que estos proyectos tienen como objetivos principales incrementar los recursos y las reservas de materias primas minerales que demanda el sector productivo del país, y proporcionar el conocimiento geológico necesario para el desarrollo de diversos renglones de la economía.
Además, tienen el propósito de minimizar los impactos ambientales y la incidencia de los procesos geológicos sobre la salud humana, así como la preservación del patrimonio geológico de la nación.
El especialista señaló que la propuesta —aprobada por la máxima dirección del Gobierno— es fruto del trabajo realizado durante ocho meses por 13 organismos de la Administración Central del Estado (OACE).
En una detallada exposición sobre cómo se pondrá en práctica esta política, el funcionario dijo que la planificación de la actividad geológica tendrá un carácter integral, y contará con un programa de desarrollo que responderá, ante todo, a las necesidades de la industria del país.
Para ello se ha hecho una proyección hasta el año 2020, que será actualizada y completada para 2030, con un cronograma que incluye la instrumentación jurídica, y un conjunto de acciones dirigidas a resolver los problemas detectados en este sector.
Refirió que como resultado del diagnóstico de la situación actual de la geología en Cuba, se identificaron 26 problemáticas relacionadas principalmente con asuntos institucionales-regulatorios, económico-financieros, la falta de tecnologías eficientes y la irregular organización y formación de recursos humanos.
Alfredo López, titular de este Ministerio, apuntó que aunque la crisis económica en la década de los 90 del pasado siglo tuvo un efecto negativo en la eficiencia y el nivel tecnológico de la actividad, así como en la realización de estudios para la obtención de nuevas fuentes de recursos minerales, el país recupera paulatinamente sus potencialidades en este sector, y se destinan recursos del Estado para impulsar las líneas de investigación geológica.
En 2013 se cuadruplicó la cifra de estudios de 2012, y ya en 2014 se prevé duplicar el trabajo investigativo del pasado año.
El Ministro expuso que los fondos financieros destinados a la recuperación de la base material, incluyendo transporte y laboratorios, deberán garantizar una permanente actualización tecnológica e informatización de la actividad geológica.
Dijo que la política del Estado contempla, adicionalmente al financiamiento para la ejecución de trabajos geológicos, un presupuesto para la compra de equipamiento con el que recuperar poco a poco el nivel tecnológico, especialmente la capacidad analítica de los laboratorios.
De la política a la práctica
Sobre el funcionamiento y la implementación de la política en el campo de la geología, Alfredo López precisó que el Ministerio que preside, en su papel rector, ejercerá la dirección y el control de los trabajos geológicos, incluyendo los ejecutados por otras instituciones del país relacionadas con los sectores energético, geológico y minero.
A su vez —indicó— el Servicio Geológico de Cuba, identificado con el Instituto de Geología y Paleontología (IGP), será el encargado de incrementar el conocimiento geológico, ejecutando las investigaciones principales y contratando los estudios aplicados al sistema empresarial y a otras entidades.
Enrique Castellanos expuso que con la aprobación de los nuevos procederes se reconoce al Instituto de Geología y Paleontología como el Servicio Geológico de Cuba, una entidad de ciencia, tecnología e innovación que tiene una unidad de aseguramiento para dirigir los trabajos que, por encargo y con financiamiento estatal, realizan otras entidades en el país.
En tanto —añadió— el Consejo Nacional de Geología establecerá las coordinaciones entre los organismos y las entidades vinculadas a la actividad geológica, para la ejecución de los estudios, con el objetivo de lograr el máximo aprovechamiento de los recursos materiales y humanos disponibles, así como la aplicación rápida y eficiente de sus resultados.
Indicó que ello será posible mediante una resolución ministerial que aprobará la creación de este Consejo Nacional de Geología, el cual será conformado por las organizaciones del país que generan o requieren información geológica, y funcionará también como asesor del Ministerio de Energía y Minas en la proyección de la actividad geológica.
Uno de los elementos de interés económico importantes para el sostenimiento de estas nuevas proyecciones son los tributos aplicados a la actividad minera, en especial la tasa de resarcimiento geológico, destinados a la sostenibilidad económico-financiera de esta línea.
Enrique Castellanos señaló que los gastos de la actividad geológica financiada por el Estado son inferiores a los tributos que se recaudan con estos fines, por lo que se evalúan políticas para una aplicación más efectiva.
El Director de Geología del MEM subrayó que, al ser el déficit de fuerza de trabajo calificada uno de los principales problemas, está en elaboración un plan integral para la formación y motivación de los recursos humanos.
Entre las acciones acometidas se destaca la apertura de la carrera de Geofísica, así como el mejoramiento de las condiciones de trabajo, la revisión de los sistemas salariales y la preparación del personal, entre otras medidas.
Un elemento en el que se insistió por parte de los funcionarios es que los mecanismos que se establezcan para la captación, preservación, uso y control de la información geológica deberán asegurar su óptimo aprovechamiento, en función del desarrollo socioeconómico del país.
De ahí que se refuerza el carácter social y público que tiene la información geológica como un bien patrimonial del Estado y la nación.
Por tanto —indicó Enrique Castellanos—, las acciones dirigidas a desarrollar el patrimonio geológico garantizarán la conservación de documentos, muestras y sitios de interés geológico para estudios futuros.
Sobre la ampliación de la inversión extranjera, los funcionarios expresaron que esta se utilizará como una vía para la obtención de capital, mercado y tecnologías de avanzada.
De esta manera la colaboración internacional deberá contribuir a la actualización de conocimientos de los especialistas, y a la transferencia de tecnología, con prioridad en la colaboración e integración con los países latinoamericanos.
Como antesala a este proceso que se desarrolla, se recordó que a finales de la década de los 80 del pasado siglo el país había alcanzado un nivel significativo de conocimiento geológico que lo situaba en posición ventajosa con respecto al resto de los países de Latinoamérica.
Sin embargo, tras la caída de las experiencias socialistas en la URSS y Europa del Este, no fue hasta 2007 que se comenzaron a ejecutar acciones para revertir esta situación con la aprobación de la Política Minera y la inclusión, a partir de 2013, de un financiamiento en moneda libremente convertible para la ejecución de las investigaciones geológicas.
Los funcionarios resaltaron la importancia de la geología para el desarrollo de cualquier nación, pues no solo genera el conocimiento necesario para el uso sostenible de los recursos minerales en la industria, sino que se inserta en varias ramas de la economía con particular influencia en sectores como la construcción, el medio ambiente, la defensa, los recursos hidráulicos, la salud, la reducción de desastres naturales y la agricultura, entre otros.
Solo impulsando esta política podremos continuar favoreciendo el propósito de dejar de ser inquilinos de nuestra tierra para adueñarnos verdaderamente de ella.