La UPEC reconoció a Estela y a Ernesto M. Bravo. Autor: José Manuel Pérez González Publicado: 21/09/2017 | 05:44 pm
«Al hacer un documental lo más importante es transmitir el sentimiento», aconsejó la reconocida cineasta norteamericana Estela Bravo este miércoles en la Casa de la Prensa. Allí se le entregó a ella y a su compañero, Ernesto Mario Bravo, la Moneda Conmemorativa por el 50 Aniversario de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
En el homenaje se proyectó el multipremiado filme de la documentalista El Santo Padre y la Gloria (1987). La visita del Papa Juan Pablo II a Chile en plena dictadura de Augusto Pinochet y su encuentro con una de las numerosas víctimas del régimen, Carmen Gloria Quintana, son algunos de los hechos recogidos en la película. Ellos reflejan las luchas del pueblo chileno por la democracia.
Graciela Ramírez Cruz, coordinadora del Comité Internacional de Lucha por la Liberación de los Cinco, manifestó que la obra de la pareja es «una muestra de esa característica tozuda y fuerte que tiene América Latina: la resistencia».
Antonio Moltó, presidente de la UPEC, propuso la creación de la cátedra Estela Bravo, para enseñar a los jóvenes periodistas a contar los hechos de una manera honesta, igual que la cineasta. Mientras, el periodista Iroel Sánchez señaló que la obra de estos creadores es un tesoro que merece más atención y difusión en Cuba.
Otros filmes de Estela son Los que se fueron (1980), Una bella misión (1982) y Fidel: la historia no contada (2001).
Los temas de estos documentales hablan de una obra ligada a la Isla. «¿Qué hubiera sido de nosotros si no hubiéramos llegado a Cuba?», se preguntó ella en el encuentro, y su esposo respondió: «Déjame mirar en mi bola de cristal…».