Es necesario garantizar la formación de los jóvenes estudiantes que ingresan en la Enseñanza Técnico-Profesional. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:39 pm
La principal prioridad para el actual curso escolar es continuar perfeccionando la formación profesional de nuestros estudiantes, para elevar la calidad de los graduados que estamos entregando al sector productivo y de servicios de las diferentes especialidades, ya sea como técnicos medios o como obreros calificados.
Así expresó el máster Alexander Manso Díaz, director nacional de Enseñanza Técnico-Profesional del Ministerio de Educación, quien significó que esos estudios tienen como rol social garantizar la fuerza de trabajo calificada que requieren todos los organismos de la Administración Central del Estado para asegurar la producción de bienes y servicios en el país.
Manso destacó que es fundamental la participación de los organismos que tienen responsabilidad compartida con el Ministerio de Educación en garantizar la formación de estos jóvenes, para que adquieran de manera eficiente todas las habilidades profesionales.
«Entre las acciones conjuntas con los organismos debemos destacar la puesta en funcionamiento de las aulas anexas, que no son un local, sino aquel espacio productivo, el taller donde nuestros jóvenes tienen la posibilidad de interactuar con la capacidad instalada y adquirir las habilidades profesionales, pues la base material de estudios de nuestros politécnicos no está actualizada.
«En el presente curso escolar trabajaremos con unas 4 000 aulas anexas, y es un eslabón que estamos perfeccionando, pues es complejo y sabemos que tenemos deficiencias.
«Entre las dificultades se encuentra que a veces se planifican aulas anexas muy distantes del centro escolar, los estudiantes tienen que desplazarse largas distancias, ese es un asunto por resolver».
Manso significó que otro aporte importante de los organismos son los especialistas de la producción que imparten docencia.
«En este curso escolar tendremos más de 3 200, destacó. Ellos nos aportan el beneficio de que son conocedores de sus oficios y pueden transmitir esa experiencia a los alumnos, así como la disciplina, el amor al trabajo, ese vínculo con la clase trabajadora que es importante para el joven en formación.
«Sin embargo, argumentó, en su mayoría no cuentan con las herramientas pedagógicas necesarias para transmitir sus conocimientos, en eso continuaremos trabajando».
Dentro de la Enseñanza Técnico-Profesional se destaca el incremento en la formación de obreros calificados. Hace cuatro cursos escolares se formaban unos mil jóvenes en esas especialidades, hoy son más de 80 000, y de ellos 48 000 son de nuevo ingreso en el actual curso escolar.
«Este incremento está a tono con lo que exige la actualización del modelo económico cubano, que es poner más personas a producir bienes y servicios, precisó.
«En este curso se inician 20 especialidades que fueron solicitadas por los organismos, con una matrícula de 2 000 estudiantes».
El directivo expresó que durante mucho tiempo la entrada a esta enseñanza se hacía a partir de las capacidades que estaban instaladas en los politécnicos, hoy está marcada por las necesidades sociales y de la economía.
«Por esa razón, dijo, uno de los grandes retos que tiene la educación técnica es hacer coincidir los intereses familiares y personales con los sociales.
«No es un secreto que entre las aspiraciones de la familia cubana de hoy no está que los estudiantes se formen como obreros calificados, por lo tanto es de vital importancia la efectividad de las acciones de formación vocacional que realicemos, sobre todo en la Secundaria Básica.
«Hay que explicar las posibilidades de trabajo que tiene cada especialidad, el perfil ocupacional al que podrá acceder, las posibilidades de superación», puntualizó.
En este sentido, Manso explicó que se han realizado modificaciones en los planes de estudios de los técnicos de nivel medio. Se incrementaron las horas-clase de Matemática y se realizaron ajustes curriculares de Español e Historia de Cuba, para que culminen sus estudios mejor preparados y puedan acceder a la Educación Superior.
«Tengo que destacar que los graduados de técnico medio culminan sus estudios con el nivel medio superior vencido, es decir, pueden acceder a la Educación Superior, matricular cualquier carrera universitaria si aprueban los exámenes de ingreso. No es necesario pasar ningún semestre en la facultad obrero-campesina para alcanzar el 12 grado».
Con respecto al personal docente, Manso argumentó que además de los especialistas de la producción y los servicios ha sido necesario formar a otros profesores, pues el incremento de matrícula así lo requiere.
«En este curso escolar estamos desarrollando la quinta edición del curso de habilitación, con graduados de nuestras propias especialidades, que en un tiempo relativamente corto se forman como docentes de nivel medio superior.
«Por esta vía, dijo, ya hemos graduado a más de 4 000, y estamos trabajando para elevar su preparación y que puedan acceder a la Universidad de Ciencias Pedagógicas y alcanzar la licenciatura en Educación».
Además, destacó que la principal vía de superación para los maestros en ejercicio en la enseñanza técnica es la rotación por las entidades de la producción y los servicios. «Insertarse en las empresas para que actualicen sus conocimientos sobre la especialidad de la cual se graduaron; en este sentido también tenemos que continuar perfeccionando nuestra labor.
«Solo con el trabajo mancomunado de la escuela, la familia, la comunidad, y los organismos que nos acompañan en esta actividad lograremos graduar a los jóvenes técnicos y obreros con los conocimientos necesarios para enfrentar los enormes retos que tiene por delante el país».