Aunque las autoridades insisten en no confiarse ni aminorar medidas hasta el total restablecimiento de las condiciones climatológicas, la provincia regresa paulatinamente a la normalidad, por la reducción del acumulado de lluvias en las últimas horas y las inundaciones.
Según explicó José Armando Noa González, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en este territorio, en el último día ha disminuido el nivel de precipitaciones. Agregó que este viernes las 24 presas estaban a un 84 por ciento; de estas, 13 embalses y una derivadora vertían con normalidad parte de sus aguas.
Hasta la tarde de ayer existían 101 interrupciones eléctricas, con mayor afectación en el municipio de San Juan y Martínez, especialmente en la comunidad Vegas Nuevas. «En dependencia de la mejoría del tiempo se resolverán la mayoría de los casos en las próximas 24 horas», aseveró Ariel Ramos Lozano, director general de la Empresa Eléctrica Provincial.
Otros servicios como el transporte ferroviario, desde el municipio de Los Palacios hasta Pinar del Río, quedará restablecido en su totalidad este sábado.
Rogelio Iglesias Fleites, delegado de la Agricultura en la provincia, adelantó que se elabora un plan emergente de recuperación que incluye todas las ramas del sector. Cosechas de cultivo de ciclo corto, restablecimiento de las actividades interrumpidas por las lluvias y el aprovechamiento al máximo de todos los productos afectados, forman parte de las acciones.
Datos preliminares arrojan unos 1 650 casos de daños en el fondo habitacional; de estos 1 506 corresponden a facilidades temporales y unas 125 viviendas cuentan con algún tipo de avería. Se reportan hasta la fecha cinco derrumbes totales. Los principales perjuicios se concentran en los municipios de Guane, Mantua, San Juan y Martínez y La Palma.
Autoridades del territorio realizan diferentes acciones para garantizar los recursos necesarios en aras de solucionar algunos de los problemas constructivos, fundamentalmente en techos.
Con acumulado hasta la fecha del 188 por ciento de la media histórica de precipitaciones, este mes clasifica como uno de los dos junios más lluviosos en toda la historia pinareña.