CIEGO DE ÁVILA.— Una de las grandes reliquias de Cuba, el célebre machete usado por el Mayor General Máximo Gómez en la última guerra de independencia, se encuentra expuesto en el Museo Provincial de Ciego de Ávila Simón Reyes Hernández, junto a la réplica de otras pertenencias del Generalísimo.
Doralis Nuez González, directora de la institución, informó que las piezas fueron traídas, en carácter de préstamo, por el Museo de Historia de La Habana, adscrito a la Oficina del Historiador de la capital, en ocasión de celebrarse aquí la conformación definitiva del Ejército Invasor en 1895, en los potreros de Lázaro López.
Junto al machete —un arma de fabricación dominicana, que exhibe una hoja curva de 70 centímetros de largo con 30 de ancho próxima a la punta—, se exponen las réplicas de las botas y una guerrera de Gómez, con insignias en el cuello de tres estrellas doradas, pertenecientes al grado de mayor general del Ejército Libertador.
El público también podrá apreciar el cuadro del internacionalista dominicano obra del pintor Federico Martínez Matos, por pedido del Ayuntamiento de la ciudad de La Habana a principios del siglo XX, y que llevó al artista a dibujar el rostro de los patriotas más relevantes de Cuba en su gesta independentista.
La relevancia de ese machete es grande, pues perteneció originalmente a José Martí. Gómez, por su parte, lo usó en toda la guerra de 1895, al punto de identificarse su figura con esa arma, con la cual dirigió algunas de las batallas más grandes, como la de Mal Tiempo, el 15 de diciembre de 1895.
En sus memorias, el General Enrique Loynaz del Castillo se refería a esa arma como el alfanje de la libertad —por su forma curva, semejante al sable— y testimonia cómo Máximo Gómez lo enarboló durante su arenga ante el Ejército Invasor, formado en Lázaro López, el 30 de noviembre de 1895.