En la provincia de Guantánamo, todas las energías se vierten en función de la recuperación. Autor: Radio Bahía Publicado: 21/09/2017 | 05:26 pm
El oriente y el centro de la Isla se mueven al ritmo de la recuperación de las afectaciones causadas por el huracán Sandy. El paso lo marcan los hombres y mujeres que no se sientan a esperar, sino que aprovechan y rescatan todo lo que se puede volver a utilizar. A eso también se suma la ayuda que muchos brindan a aquellos con las afectaciones más severas.
En Guantánamo, desde el domingo pasado se producen diariamente alrededor de 50 000 panes que son enviados a Santiago de Cuba, para garantizar la presencia de este alimento en la mesa de los que sufrieron los daños más considerables por el paso del fenómeno meteorológico.
Tres unidades de la capital provincial: La Crema, Las Variedades y El Guaso, asumen las producciones sin dejar de garantizar la canasta que se entrega por vía normada a los guantanameros, las destinadas al consumo social y variedades liberadas de pan, galletas y otros derivados, elaborados por unidades de la Industria Alimentaria aquí.
«Nuestro personal estuvo listo para enfrentar esta tarea desde el primer momento, de ahí que se incrementaran dos turnos de trabajo en cada una de estas tres panaderías», comentó Lorenzo Guerra Basulto, director general de la Alimentaria en Guantánamo.
La transportación hacia la provincia vecina la garantizan la base de carga municipal y la perteneciente al propio sector, con dos vehículos que viajan diariamente.
Todo ello se hace a pesar de que la Industria Alimentaria de este territorio tuvo afectaciones en más de 70 establecimientos, de ellos 45 panaderías, fundamentalmente con problemas en las cubiertas.
Sin embargo, actualmente todas las panaderías perjudicadas por Sandy están funcionando, algunas gracias a facilidades temporales y a la disponibilidad de los grupos electrógenos de emergencia, que garantizan la elaboración sin dificultad de los más de 400 000 panes diarios que demanda el territorio, incluso en lugares donde todavía no hay servicio eléctrico.
La telefonía mejora en la más oriental
Unas 35 brigadas de trabajadores de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) de Guantánamo y de otras cinco provincias cubanas, trabajan en las afectaciones que todavía subsisten en el servicio telefónico de la provincia más oriental del país, la mayoría de las cuales han sido solucionadas.
De los más de 5 300 servicios afectados, sobre todo en San Antonio del Sur, Guantánamo, El Salvador y Niceto Pérez, hoy quedan por restablecer alrededor de 800, y en el transcurso de los últimos días se solucionaron los problemas con la infraestructura del sistema de telecomunicaciones.
Se han levantado 65 postes de la telefonía, de los 300 quebrados o inclinados por los vientos de Sandy o por la caída de árboles, al tiempo que se recuperó la telefonía móvil.
En una información suministrada a Radio Guantánamo, Francisco Cateura Moraga, especialista en Relaciones Públicas y Comunicación de Etecsa, explicó que de las 30 comunidades que en las horas siguientes al paso de Sandy quedaron fuera del sistema, actualmente quedan en esa situación El Silencio y Glorieta, por falta de electricidad.
Al respecto, el funcionario explicó que otras localidades donde tampoco hay servicio eléctrico mantienen la vitalidad de las comunicaciones gracias a sus bancos de baterías, que son recargados habitualmente por dos grupos energéticos móviles destinados a minimizar las afectaciones por esta causa.
Actualmente se concentran las labores en las localidades de Sabaneta, Costa Rica, Limonar y Bayate, en El Salvador, y en Guantánamo, municipios donde se concentran la mayoría de los daños. El compromiso de los trabajadores de Etecsa es concluir la recuperación del sector el 15 de noviembre próximo, y luego contribuir al restablecimiento de las telecomunicaciones en la hermana provincia de Santiago de Cuba.
Vía a las vías
Obreros del Ministerio de la Construcción en Guantánamo igualmente trabajan en la recuperación de las principales vías de interés nacional, fuertemente afectadas, y que comunican la ciudad con las cabeceras municipales de San Antonio del Sur y Baracoa.
En el Batebate, por ejemplo, donde la fuerza de las olas y de los vientos levantó el pavimento y quedaron varios huecos, los constructores realizan movimientos de tierra y luego tirarán una capa de hormigón asfáltico caliente. Su objetivo es restablecer una ruta de acceso a las montañas que, hasta hoy, es solo posible por el extremo izquierdo de la carretera.
También se labora en la limpieza del viaducto de La Alegría, ubicado en el vial Jamal-La Tinta-Cantillo, que dificulta el paso hacia las comunidades de Los Capiros y Mosquiteros, en Baracoa, según informó Luis Hernández García, especialista de la Empresa Provincial de Vialidad.
El ingeniero agregó además que el resto de las afectaciones (más de 140 kilómetros) en otros trayectos se debieron a la enorme cantidad de árboles y postes eléctricos caídos. Por eso después del vendaval solo era posible circular por una senda de la autopista Guantánamo-Santiago de Cuba, lo cual es un problema ya resuelto.
De La Farola, una de las más importantes carreteras de la provincia, informó que solo sufrió pequeños derrumbes hacia la calzada y fue obstaculizada por troncos derribados por el viento, mientras que del vial La Mulatica, que enlaza Jamal-La Tinta-Cantillo, notificó afectaciones que no provocan la incomunicación de los poblados.
Días después del paso del huracán, en la provincia también se reportó la socavación de un tramo de vía próximo a la Salina en la carretera de Guantánamo–Caimanera, la pérdida de la losa de protección del puente de Caleta, en Maisí, y la afectación de más de 120 metros de la vía férrea Guantánamo–San Luis.