El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) está inmerso en un plan de inversiones en todo el país para gestionar el agua de manera eficiente y sostenible y así dar respuesta al proceso de implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Así lo afirmó Inés María Chapman Grau, titular del sector, al rendir cuenta ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, quien expresó, además, que las inversiones del Instituto en la década de los 90 no sobrepasaban los 40 millones de pesos y que a partir del año 2000 se experimentó un crecimiento acelerado.
El plan incluye un programa de construcción de cuatro trasvases para conducir volúmenes del recurso vital desde diferentes embalses donde se almacenan las precipitaciones que caen en zonas de mayor pluviosidad, fundamentalmente en macizos montañosos.
La institución también está inmersa en un programa de rehabilitación de redes de distribución de agua potable, a partir de la producción de tuberías de polietileno de alta densidad, que beneficiará a 11 ciudades del país: La Habana, Trinidad, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Bayamo, Manzanillo, Santiago de Cuba, Guantánamo, Baracoa y Nueva Gerona; y al alcantarillado de San Pedrito de Santiago.
Desde el 2008 hasta el cierre de mayo de este año se han rehabilitado 3 246,4 kilómetros de redes, fundamentalmente en La Habana, Holguín y Santiago de Cuba, favoreciendo a más de 800 000 habitantes.
Al decir de Inés María Chapman, la perforación de pozos es otra de las misiones fundamentales del INRH, que se ejecuta a través de la Empresa Nacional de Perforación y Construcción. Esta última se encarga de la perforación, rehabilitación y mantenimiento de pozos para todos los fines, de la construcción y reparación de piezas, herramientas y accesorios para la perforación, así como del aforo de diferentes fuentes, edificación y mantenimiento de obras hidráulicas de ingeniería y arquitectura.
Al exponer el informe, la especialista resaltó la importancia de potenciar cada vez más este tipo de programas, ya que las pérdidas o fugas de agua en las conductoras, redes, acometidas y en el interior de las viviendas y otras edificaciones constituyen una de las problemáticas fundamentales que atentan contra la calidad de los servicios de abasto a la población y a la economía. La pérdida estimada anual —dijo— es de 1 011 millones de metros cúbicos, equivalente a 676 millones de pesos.
La situación —enfatizó— se hace mucho más crítica teniendo en cuenta que nuestro país carece de abundantes recursos hídricos, cuya única fuente de formación son las precipitaciones.
Según la disponibilidad potencial de agua, Cuba ocupa el lugar 105 en una lista de 182 países y el índice de disponibilidad potencial es de 3 400 metros cúbicos por habitante al año, agregó.
La propuesta de estrategias del INRH incluye la aplicación de un programa integral de construcción y rehabilitación de las redes y conductoras de abasto y el 20 por ciento de los sistemas de alcantarillados y drenaje pluvial.
Asimismo, pretende organizar un programa progresivo de metraje, tanto en el sector estatal como en el residencial, aplicar nuevas tarifas que incentiven el ahorro, así como recuperar los sistemas hidráulicos interiores de las viviendas.