CIENFUEGOS.— Los manglares, primera formación vegetal costera en la laguna de Guanaroca, se reportan como los mejores conservados en el país, reveló Carlos Rojas Sarría, administrador del área protegida con igual nombre.
Según los especialistas, el porte natural, fuste o palo con diámetro amplio y la considerable altura, expresan la singularidad que le imprimen a un ecosistema donde coinciden las aguas dulces del río Arimao con las saladas de la bahía de bolsa sureña.
«A las características físicas de esta formación vegetal se une la existencia en la línea de costa cienfueguera de cuatro especies de mangles: el Rojo, Prieto, Patabán y Yana», señaló la técnica Mislaidy Almaguer Valdivie, especialista en Flora del Área Protegida de Guanaroca.
Sus trabajadores explican que para apoyar su conservación coordinan labores de recuperación del sedimento, a partir de muros de contención elaborados con naturaleza muerta extraída del propio bosque. Las estacas, principalmente de marabú, se clavan en toda la línea del litoral y ayudan a asentar el sedimento cuando la marea sube y baja.
El proceso de reforestación finaliza con la plantación de posturas almacenadas en viveros, creados anteriormente en lugares seguros del área protegida con el objetivo de asegurar su supervivencia.
«Y aunque el manglar natural es el que cuenta a la hora de avalar los reportes de las especies mejor conservadas en Cuba —aclara la técnica de Guanaroca— sí destacamos, por su relevancia en el país, el trabajo de rehabilitación en toda la zona».
Los manglares, barrera protectora del resto de la flora, dígase la manigua costera y el matorral seromorfo, ayudan a mitigar el deterioro que provocan los vientos, huracanes, salpicaduras y la propia erosión.
La fauna endémica y migratoria, como las aves, los insectos, moluscos y reptiles que habitan y buscan alimentos entre la tupida vegetación de costa, también encuentran refugio en esta formación vegetal.