Querido Hugo:
Deseo transmitirte el profundo dolor que me causó la muerte de Willian Lara, gobernador del estado Guárico, siempre amigo y defensor de la amistad entre nuestros dos pueblos.
Cayó desafiando el peligro y cumpliendo el deber con la Patria y la Revolución. No vaciló un segundo en cruzar el puente, ya bajo las aguas del creciente y amplio río, como suelen serlo en Venezuela; le preocupaban los que estaban al otro lado de la corriente. Nada más justo que concederle la Orden del Libertador y las sentidas palabras que pronunciaste al pie de su féretro.
Mas, quiso el azar que, el mismo día, falleciera otro fiel luchador por la Revolución Bolivariana: Guillermo García Ponce.
Cuando se produjo, a la vez, el desdichado accidente aéreo en el estado venezolano de Bolívar, algo propio de nuestra agitada época, el mundo tuvo una prueba de lo que esa Revolución significa para el pueblo; en cuestión de minutos, todos los recursos disponibles fueron puestos a disposición de las decenas de personas sobrevivientes.
A los familiares que perdieron seres queridos, los de aquellos en que algún miembro lucha por sobrevivir, al pueblo de Venezuela, y a ti, deseo transmitirles mis más profundos sentimientos de solidaridad.
¡Ánimo y adelante!
Fidel Castro Ruz
Septiembre 13 de 2010
9 y 11 p.m.