BARTOLOMÉ MASÓ, Granma.— Unos 90 niños de la Sierra Maestra y otras zonas apartadas de Cuba celebraron aquí durante tres días el XV Festival de tradiciones campesinas, único de su tipo en el país.
Miembros de ocho campiñas pioneriles del territorio mostraron sus dotes artísticas, su dominio de instrumentos de trabajo y la continuidad de las prácticas heredadas de sus antecesores, vinculadas a la cocina, la música y hasta el modo de vestir.
El certamen incluye cada año competencias de habilidades (enlace de terneros, ensille de caballos, desgrane de maíz y la naranja pelada, entre otras) y la presentación de platos tradicionales del campo cubano.
Celebrado en el campamento de pioneros Che Comandante, amigo, el Festival tuvo esta vez como colofón un guateque, en el que no faltaron bailes campesinos y las décimas, estimuladas por las competencias de repentismo.
Rubén García Olvia, especialista en actividades patrióticas en la Organización de Pioneros José Martí en Granma, expuso que este evento busca incentivar la formación vocacional —especialmente en los hijos de campesinos— así como elevar el nivel cultural de los niños y propiciar en ellos el amor por la flora, la fauna y el medio ambiente.
El Festival, que este año fue ganado por los representantes de Guisa, también estimula el uso de prendas como el sombrero de yarey y la guayabera; la confección de objetos a partir de fibras silvestres y la preparación de cocina criolla.