Alfredo Santiesteban García, segundo delegado directo de Granma al IX Congreso de la UJC. Autor: Osviel Castro Medel Publicado: 21/09/2017 | 04:53 pm
MANZANILLO, Granma.— El mismo día de su cumpleaños 29, un domingo soleado, lo mandaron al frente de batalla en la primera fila. En esa fecha fue seleccionado para dirigir el comité de base de la UJC en la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Omar Rivero.
Y seis días después le anunciaron que en abril próximo tendrá un combate en la capital del país, en el que miles quisieran participar: «¡Tú vas a ser nuestro delegado directo al Congreso de la Juventud!».
Con tamaños regalos en tan poco tiempo, Alfredo Santiesteban García —el segundo delegado directo de Granma— anda con la pulsación bastante acelerada; pero los nervios no le turban la cabeza ni le obnubilan los días del futuro.
«Aunque en la universidad fui jefe de brigada, nunca antes dirigí en la UJC y sé que ahora tengo un gran desafío. Somos apenas siete militantes, pero contamos en la cooperativa con más de 20 jóvenes muy trabajadores que, sin embargo, no están en nuestras filas. Sería bonito sumarlos», dice este ingeniero agrónomo, graduado en 2006.
Para él, oriundo del barrio manzanillero de Blanquizal, asistir a la cita juvenil significa que se pueda escuchar la vivencia de alguien que ama la tierra en tiempos en que otros la esquivan con cualquier pretexto.
«Pude haber estudiado Medicina, pero siempre me gustó el campo y no me arrepiento de estar hoy metido en los surcos; lo disfruto. Aquí soy el encargado de la producción de posturas para las diferentes especies frutales y me va de maravillas», confiesa.
Sin ínfulas de ningún tipo, Alfredo sabe que no solo va a representar a los jóvenes campesinos de su provincia. El lugar donde labora es de esos que, a diferencia de otros, está «escapado» en el arte de sacarle cosechas a la tierra. Porque la CPA Omar Rivero, cuyo principal renglón radica en la caña, ostenta la condición de Vanguardia Nacional durante seis años seguidos; posee el premio Álvaro Reynoso, concedido por la Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba; ha obtenido las distinciones de Mejor cooperativa del país en la diversificación de la producción y en los rendimientos cañeros…
«Poder hablar de los logros de nuestra cooperativa es un privilegio tremendo. Aquí me he seguido forjando como revolucionario, ha crecido mi amor por la tierra y por mi país», dice mientras la mirada se le escapa entre los sembrados y el río.