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Camagüey trata discapacidades con equinoterapia

El Centro de Equinoterapia de esta provincia es el único de su tipo en el país que atiende todas las formas de discapacidad en niños y jóvenes

Autor:

Rogelio Serrano Pérez

CAMAGÜEY.— La sociedad marcha veloz. Automóviles, transeúntes apurados, voces expandidas en terminales y barrios, ruidosas calles… Este vertiginoso paso no parecía dejarles opciones; sin embargo, ellos, silenciosos y en obligada quietud, encontraron un sitio donde su andar es seguro: Jardín de Sueños.

«Los médicos no se explican cómo lo logra, pero mi nieto ya camina. A pesar de su discapacidad el tratamiento con los caballos le ha dado un equilibrio increíble», declara la abuela de Lesnier Cárdenas Sánchez, niño de ocho años con malformación congénita en las extremidades inferiores.

La historia del tratamiento equino en la tierra de El Mayor comenzó en el patio de una casa. Hoy, gracias al apoyo de varias entidades estatales, en las inmediaciones del céntrico Casino Campestre, otra es la realidad terapéutica para los pacientes.

Recién remozado con quiosco, ranchón, cuadras, picadero y áreas recreativas, el Centro Provincial de Equinoterapia de Camagüey es el único en el país con un programa de atención integral para niños y jóvenes.

«Tratamos todas las discapacidades, tanto las físicas como las psíquicas; y no solo nos enfocamos en los pacientes, sino en sus familiares, pues el objetivo primordial del Centro reside en la integración social de estas personas», informó Luis Pérez Álvarez, profesor titular, Doctor en Ciencias Médicas y proyectista de este Centro.

Las preocupaciones de las familias redundan en la independencia de sus hijos; por eso el Centro utiliza las áreas especializadas de lunes a viernes por las mañanas para tratamiento y en las tardes desarrolla las escuelas de padres y círculos de interés. Todo con el objetivo de potenciar la enseñanza sin sobreprotección y aumentar las capacidades y la autoestima de los pequeños.

«El reto es inmenso. Tengo una paciente de 18 años que aún no ha pronunciado su primera palabra. Su madre no pierde la esperanza de que algún día le diga mamá. En gran medida sus sueños dependen de mis esfuerzos; no puedo fallarles», comentó Mirna Méndez González-Pardo, logopeda de la institución.

«Pienso que aquí mi hija tiene la mejor atención posible. Ya se sienta sola, se para con ayuda, habla y sostiene con sus manos objetos poco pesados. Tres años atrás no podía hacer nada de eso. Este Centro tiene el nombre bien ganado… De verdad es un jardín de sueños», asegura Idalmis Junco Bertot, mamá de Anneris, a quien aun le realizan estudios genéticos para definir su patología.

La salud cabalga

Aunque en el Centro labora un equipo multidisciplinario conformado por especialistas de Salud Pública, profesores de cultura física e instructores de arte, la equinoterapia es uno de los tratamientos primordiales. Este método requiere de animales con características especiales.

«Usamos mestizos de quarter horse porque tienen cuerpos fuertes, con lomos anchos, y son dóciles e inteligentes. Son características necesarias para lograr un buen tratamiento, pues el caballo transmite a quien lo monta el paso tridimensional que le garantiza al paciente un funcionamiento similar al de la marcha humana», explicó Reynaldo Alemán González, equinoterapeuta.

Los especialistas le señalan a la equinoterapia más de una docena de beneficios. Entre estos figuran el reflejo del movimiento de marcha en la corteza cerebral, el equilibrio, la orientación espacial y el fortalecimiento de varios músculos situados en zonas tan diversas como el abdomen, las piernas, el cuello, la pelvis y el tronco.

El Centro Provincial de Equinoterapia de Camagüey reunió por primera vez en Cuba un programa de atención donde se vinculan las técnicas clínicas con la cultura, el deporte y el juego en función de la terapia con caballos.

«El teatro, la música y la plástica influyen en el mejoramiento de los niños, porque los movimientos que realizan en las diferentes actividades permiten el desarrollo de las facultades motrices y articulatorias. Incluso el ritmo de la música y la imitación de los animales juegan un importante rol en la terapia y mejoramiento integral del paciente», explicó Elizabeth Bolaños González, instructora de arte de la Brigada Artística José Martí.

«Gracias al tratamiento con los caballos hoy mi hijo es otro. Antes ni podía abrir las manos; ya se sube y se baja solo de la cama; antes sonreía menos, pero cada vez que visitamos el Centro es como una inyección de alegría», afirma emocionada Miriam Ceiro Chichén, madre de Alfredito.

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