El presidente de la República de Honduras intervino ante el foro internacional de economistas en La Habana
«Admiramos, respetamos a Cuba; hemos reconocido su lucha, hemos levantado muchas veces la voz para el reconocimiento de Cuba, y hemos condenado igual que ustedes ese bloqueo absurdo y terrible contra el pueblo cubano».
Así expresó en la tarde de ayer el presidente de la República de Honduras, José Manuel Zelaya, ante el plenario del Palacio de las Convenciones, durante la segunda jornada del XI Encuentro Internacional de Economistas, que contó con la presencia del Primer Vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura.
En alusión a nuestro país, el mandatario hondureño citó al Apóstol de la independencia cubana, José Martí, al referir: «Un pueblo no es independiente cuando ha sacudido las cadenas de sus amos; empieza a serlo cuando se ha arrancado de su ser los vicios de la vencida esclavitud, y para patria y vivir nuevos, alza e informa conceptos de la vida radicalmente opuestos a la costumbre de servilismo pasado, a las memorias de debilidad y de lisonja que las dominaciones despóticas usan como elementos de dominio sobre los pueblos esclavos».
Respecto al proceso de aguda crisis que hoy golpea a la economía mundial, Zelaya precisó que, en efecto, es grave, pero no significa el fin del sistema capitalista. La globalización intolerante, señaló, está herida de muerte, pero somos conscientes de lo complejo del proceso para sustituirlo. El sistema ha demostrado, a través de la historia, su perversa capacidad para reproducirse.
A tono con lo anterior, hizo notar cómo los estados ricos acuden hoy en auxilio de los banqueros para salvarlos de la crisis, y que, sin embargo, no hay fondos para combatir la pobreza, la enfermedad y el hambre en el mundo. Si solo el cinco por ciento de esos aportes a la banca se les entregara a los pobres, la pobreza se podría erradicar en una década. «Pero no hay voluntad política», añadió.
Una experiencia muy diferente es la que se vive hoy en varios sitios de América Latina y el Caribe. Según expresó el jefe de Estado hondureño, un acontecimiento especial de la historia de su país ha sido la decisión, tomada por su gobierno hace apenas seis meses, de incorporarse a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que ha significado, para la pequeña nación centroamericana, inmensos programas sociales de cooperación conjunta, lo mismo en el propósito de erradicar el analfabetismo que en impulsar proyectos agrarios, culturales, y de muchos tipos.
En tal sentido, destacó que la integración entre nuestros países, en complementariedad horizontal, facilita la búsqueda de respuestas alternativas en el complejo contexto mundial. Todos tenemos derecho a buscar cambios en la sociedad.
Ante el fracaso que ha significado el neoliberalismo, constatado en la crisis global, Zelaya opinó que se debe celebrar el retorno de la acción política sobre la soberbia del mercado, que ha abusado y sometido a naciones enteras, y ha empobrecido a millones de seres humanos.