La revista Sol, con el mensaje de Fidel al pueblo pinareño. Foto: Daniel Mitjáns PINAR DEL RÍO.— Aquel 17 de enero de 1959 en la ciudad de Pinar del Río se le entregó a Fidel Castro la revista vueltabajera Sol (1955-1961) para que firmara en ella, un mensaje para el pueblo pinareño.
Arnaldo Graupera Morejón, periodista ya jubilado, tenía entonces 29 años y llevaba consigo todo el ímpetu juvenil. Miraba a la triunfante Revolución como la gran oportunidad para la transformación social que necesitaba un territorio tradicionalmente olvidado por todos los gobiernos anteriores.
Hoy, con su cabello blanco en canas, Graupera accede a una petición de Juventud Rebelde para relatar cómo fue aquel 17 de enero, a sabiendas de que se convirtió en testigo de un hecho trascendental en la historia de Pinar del Río y de toda Cuba.
Graupera era entonces el presidente de la Asociación de Operadores de Radio y representaba al 26 de Julio en la sección juvenil del Frente Obrero. Por ello pudo estar cerca del líder revolucionario cuando llegó a la rastra de la fábrica Jupiña que sirvió de tribuna a Fidel en la ciudad de Pinar del Río.
«Aquel 17 de enero estuve todo el día, hasta por la noche que llegó Fidel, parado cerca de la rastra, a la espera. Sabía que si me movía no podría verlo de cerca. No cabía ni un alfiler en aquella concentración para escucharlo hablar. Era una multitud compacta, no solo en la intersección de las calles Martí y Rafael Ferro, sino en todas las laterales.
«No me bajé de allí ni comí nada. Hoy cuando lo recuerdo no sé cómo pude mantenerme en pie; fue por la edad que yo tenía.
«Había un mar de personas que llegaban de todas partes para verlo de cerca y escucharlo. Yo colaboraba con la revista mensual Sol, de unos 3 000 ejemplares, que dirigía Evelio Velis Medina.
«Siempre me gustó el periodismo. Trabajé en la radio desde los 16 años y desde allí hice denuncias acerca de temas laborales, como la Ley del Retiro Radial. También escribí en el periódico provincial El Heraldo.
«El 17 de enero el director de Sol también vino a la concentración, pero no pudo subir a la tribuna improvisada. Al ver que yo estaba más cerca de Fidel, me extendió un número de la revista en la que aparece un reportaje sobre la captura del esbirro batistiano Jacinto Menocal, responsable de numerosos crímenes.
«Cuando Fidel fue a subir hacia el micrófono yo le extendí la revista. Él se detuvo. Leyó atentamente el reportaje y vio las fotos, muy llamativas. Después escribió en su carátula el mensaje que muchos conocen: «Un saludo a los pinareños a través de la revista Sol». Seguidamente se dirigió al micrófono.
«Se le escuchó decir: “¿Se oye?... ¿Se oye?”, y comenzó a hablar al pueblo acerca del duro camino que debería iniciar la Revolución», afirma Graupera.
Aquel mensaje en la revista fue amplificado entonces por numerosos medios de prensa de la época y sigue siendo hoy un testimonio de primera mano de la acogida que dieron los pinareños a la Caravana de la Libertad, cuyo recorrido será rememorado aquí este sábado por 50 jóvenes, trabajadores y estudiantes, así como por combatientes participantes en aquel hecho.
Los caravanistas seguirán el mismo itinerario de entonces, e incluirán las cabeceras municipales de Candelaria, San Cristóbal, el parque de San Diego de los Baños (en Los Palacios), Consolación y la ciudad de Pinar del Río.
En esta última, y en el mismo sitio de hace 50 años, los vueltabajeros, convocados por la UJC, se concentrarán para participar en una velada político- cultural.