PALMA SORIANO, Santiago de Cuba.— Un importante paso hacia la mejoría en la producción de los áridos, insuficiente hoy ante la demanda de los planes constructivos de esta oriental provincia, se materializa con el inicio del montaje de la segunda planta para estos fines, de tecnología china, introducida en el país.
La ejecución del nuevo molino, con una capacidad de producción de 800 metros cúbicos diarios, es el segundo paso de la revitalización de la conocida como Pedrera de Yarayabo, enclave palmero en el que gracias al ingenio de los especialistas y técnicos del sector, se ha puesto a funcionar además una añeja planta, de procedencia rusa, detenida a finales de los 90.
Amén de las consabidas limitaciones que le impone su pequeña capacidad productiva (200 metros cúbicos diarios), el antiguo molino ha empezado a beneficiar la industria de materiales y el ambicioso movimiento constructivo que lleva adelante la ciudad del Cauto, a las puertas de la celebración del medio siglo de su liberación por fuerzas del Ejército Rebelde.
Con la conclusión de la nueva inversión, que presupone la puesta en funcionamiento del molino chino, se incrementará a cinco el número de lugares en tierra santiaguera destinados a la obtención de piedras de diferentes dimensiones, polvo de piedra... entre otros, y se duplicará la capacidad productiva del oriental territorio, hoy ubicada en los 800 metros cúbicos diarios, según precisó a este diario el ingeniero Armando Suárez Hernández, director de la empresa santiaguera de Materiales de Construcción.
En el funcionamiento de la planta china, en estos momentos en la conclusión de su parte civil e inicio del montaje tecnológico, han puesto los santiagueros las esperanzas de poner fin, o al menos aminorar, el déficit de áridos que hoy limita el éxito de sus planes constructivos, sobre todo en lo relacionado con la producción de asfalto, vital para la recuperación de los deteriorados viales santiagueros.
Asimismo, la posición geográfica del molino de Yarayabo, ubicado prácticamente en el centro de la provincia, representa además una posibilidad de paliar las dificultades con el transporte para el abasto de la materia prima para los constructores de Mella, San Luis, Contramaestre, Tercer Frente y Palma Soriano.