El joven tunero Maykel Puerto LAS TUNAS.— A la patética pieza dramática rubricada por el ciclón Ike la está desplazando de cartelera un elenco curtido en grandes actuaciones: la juventud. Sus actores no solo reformaron el guión, sino que también les robaron el protagonismo al agua y al viento. Y por ahí andan, resueltos a bajar de las tablas la desesperanza para poner en escena una obra lírica que le cante al optimismo.
Entre los muchachos que hacen suyas las tareas de la recuperación está Maykel Puerto. Sus deberes como cuadro de la UJC en el municipio cabecera le confieren autoridad. Él la explota no para erigirse en agitador político, sino para predicar con el ejemplo y ser el primero en el trabajo.
—¿Cómo se formó este grupo?
—Es un contingente de más de un centenar de jóvenes revolucionarios de varios sectores. Tienen un atributo común: su incondicionalidad. Lo conformamos por convocatoria y sin retórica, en visitas a centros productivos y de servicios. La respuesta fue excelente e inmediata.
—¿Todos sus integrantes militan en la Unión de Jóvenes Comunistas?
—No. El llamamiento no fue exclusivo para los miembros de la organización, sino para todos los jóvenes dispuestos a ayudar a devolverle el equilibrio, el orden y la belleza a la ciudad.
—¿Cómo organizan el trabajo? ¿Alguien les dice dónde son necesarios?
—Todas las noches Kendry, el jefe del contingente, coordina con las autoridades locales nuestro lugar de destino. Al día siguiente, a las siete y media de la mañana, nos concentramos frente a la sede del Comité Municipal de la UJC y allí se realiza la distribución.
—¿Se han especializado en alguna tarea o realizan cualquiera?
—¡Hacemos de todo! Y mientras más difícil y socialmente beneficiosa resulta la tarea, pues mejor para nosotros, porque así nos sentimos más útiles. Desde que entramos en combate hemos botado basura, cortado árboles, barrido plazas, acopiado maderas... ¡De todo!
—Ahora están en el área de la juventud del Parque 26 de Julio...
—Nos tocó ocuparnos de este espacio, muy aceptado por los jóvenes. Ike lo afectó bastante, pero lo dejaremos más bonito. Funciona todos los domingos con un variado programa de actividades en el contexto de la Feria, que tiene ya más de 140 ediciones consecutivas.
—¿Qué opinión te merece la reacción de la juventud tunera?
—No esperaba otra cosa. Siempre he confiado en los jóvenes, porque conozco cómo piensa la mayoría. Este paso al frente en momentos en que la provincia y Cuba entera atraviesan por momentos tan difíciles es una muestra de cuánto se puede confiar en nosotros. Mientras se nos necesite, estaremos con la manga al codo.