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El gobierno de los Estados Unidos le denegó la visa a Olga Salanueva, por novena vez y de manera permanente, con lo que se le prohibe viajar a ese país a visitar a su esposo, René González, quien cumple una condena de 15 años de prisión por combatir el terrorismo anticubano radicado en el sur de la Florida.
La noticia la dio a conocer la propia Olga este viernes durante un encuentro de familiares de los Cinco con las brigadas de solidaridad con Cuba Juan Ríus Rivera, de Puerto Rico, y José Martí, de Europa, en el campamento Internacional Julio Antonio Mella, en el municipio de Caimito.
Luego de haber pedido la entrevista de solicitud del permiso en enero, fue citada finalmente el miércoles 16 en la Sección de Intereses de los Estados Unidos de La Habana.
En esta ocasión, por primera vez, le especificaron por escrito, que «esta inelegibilidad es de carácter permanente».
René y yo estamos castigados a no vernos hasta que cumpla completamente su condena, dijo Olga, quien no ve a su esposo desde hace casi diez años, y denunció también la dilatación cada vez mayor del gobierno de los Estados Unidos para responder a las solicitudes de visas de los familiares de Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando. La visa se ha convertido en un instrumento para aumentar el dolor de los familiares y humillarlos. «Lo han intentado todo, desde el punto de vista legal y humano, ha sido un odio personalizado contra estos cinco hombres desde el 12 de septiembre de 1998 —fecha de la injusta detención— hasta hoy».
La solicitud de Adriana, la esposa de Gerardo, quien tiene dos cadenas perpetuas más 15 años como sentencia, quedó pendiente de la respuesta del Departamento de Estado de EE.UU., la cual puede demorar varios meses, como ha sucedido con otros familiares de los Cinco que han tenido que esperar hasta más de un año.
Por su parte, al actualizar a los visitantes sobre el caso, el jurista Roberto González, hermano de René, refirió que el proceso, tan dilatado, está diseñado para complacer a la extrema derecha radicada en Miami, la cual organiza y dirige las acciones terroristas contra Cuba que precisamente los Cinco trataban de informar.
Durante el encuentro, el Centro Pablo de la Torriente Brau otorgó el premio que lleva el nombre del luchador antifascista, a los cinco antiterroristas cubanos presos en cárceles estadounidenses desde 1998. La distinción fue entregada a sus familiares.
