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Cuba obtuvo ya el primer prototipo de un dispositivo para la extracción de sangre del dedo, cuyas características incluyen la eliminación total del riesgo del contagio, la disminución del dolor y una cauterización de la piel casi inmediata.
Investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Materiales (IMRE), de la Universidad de La Habana, trabajan desde el año 2002 en la creación de una lanceta que pueda usarse masivamente en nuestro sistema de salud, sin las molestias que causan los utensilios metálicos que hoy se emplean.
«Se trata —reveló a JR José Luis Cabrera, ingeniero electrónico— de un aparato con el cual se puede extraer sangre con un rayo láser, sin lastimar tanto a la persona.
«Al encender el equipo, el técnico puede seleccionar entre tres niveles de energía: mínimo, medio y máximo, pues en dependencia del espesor de cada dedo va a ser necesaria mayor o menor energía. Puede ser un trabajador de oficina o de la agricultura, o un niño.
«En función del nivel de energía que se escoja, comienza un proceso en el que se carga un banco de capacitores que posee internamente el aparato. Una indicación lumínica indica el tiempo mientras está en régimen de carga.
«Después, otra luz hace una indicación de que se puede sacar el dispositivo que emite la luz láser, el cual ya está listo para colocar el dedo. Se hace entonces ese «disparo» de láser, que perfora los tejidos.
«Eso sucede totalmente en el aire. No hay contagio, porque no hay ningún contacto entre el dedo y el elemento que dispara. Por tanto, puede ser usado por muchas personas».
Según explicó José Luis Cabrera, la lanceta creada por el IMRE posee una lámpara para generar la luz láser capaz de realizar entre diez y 100 millones de disparos, lo que se traduce en igual cifra de pinchazos.
El orificio hecho por esta lanceta es mucho menor que el que originan las metálicas que hoy se utilizan en nuestros centros de salud. De ahí que duela menos y cictrice más rápido.
Es un aparato muy ligero, y puede ser usado en todos los lugares donde se necesite tomar una pequeña muestra de sangre, como los análisis primarios o aquellos que requieren diariamente las personas que sufren de diabetes.
Contar definitivamente con este dispositivo será un proceso más largo, pues se requieren al menos tres prototipos para su validación.
