El ibuprofeno, un antiinflamatorio usado regularmente en todo el mundo, podría reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, según un amplio estudio realizado en Estados Unidos con cerca de 250 000 veteranos militares que fue difundido por medios de prensa internacionales.
La investigación reveló que en las personas que habían utilizado el medicamento durante más de cinco años existía una relación entre el consumo del mismo y un menor riesgo de desarrollar la demencia, hasta un 40 por ciento.
Los especialistas señalan que, aunque no se ha realizado el estudio con otros antiinflamatorios similares, no se descarta la posibilidad de que los componentes de estos, necesarios para provocar el efecto analgésico en el organismo, esté relacionado con la prevención de un padecimiento mental.
Sin embargo, advierten que bajo ningún concepto se puede tomar este medicamento indiscriminadamente o sin prescripción médica, pues puede ocasionar efectos desagradables o dañinos en el organismo como úlceras gástricas o mayor riesgo de trastornos cardiovasculares.
El descubrimiento permite una nueva arista de investigación en la polémica enfermedad de Alzheimer y otros padecimientos degenerativos del sistema nervioso central.
El ibuprofeno pertenece a un grupo de medicamentos conocidos como antiinflamatorios no esteroides que se emplean para aliviar el dolor leve a moderado, ya que su funcionamiento parte de impedir que el organismo produzca algunas de las sustancias que causan dolor, fiebre e inflamación.
Otro de los factores que algunos investigadores han relacionado con la predisposición a desarrollar el Alzheimer podría ser la longitud de los brazos y piernas. Según un estudio realizado, las personas con las extremidades más cortas tienen un riesgo mayor de desarrollar esta enfermedad.
La respuesta ante esta tendencia radica en que, generalmente, este tipo de afectación se relaciona con un déficit nutricional en el inicio de la vida, lo cual juega un rol fundamental en el desarrollo futuro del cerebro.