CAMAÜEY.— «Agramonte fue un hombre de su tiempo y del futuro, poseedor de una ética y de valores que trascendieron su época y han llegado hasta nosotros, por lo que continúa —y continuará siendo— un paradigma de soldado, de jefe, de hombre de ley, de respeto y amor a su esposa, a sus hijos y a su Patria».
Estas fueron palabras de Julio César García Rodríguez, miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en este territorio en el acto nacional por los 135 años de la caída en combate del Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, ocurrida un 11 de mayo pero de 1873.
El dirigente partidista recordó como la contienda donde murió El Mayor no podía prescindir, «de quien no solo brilló en audacia, valor y ejemplo en el combate, sino también en la claridad, lucidez y fortaleza de sus ideas».
La ceremonia estuvo presidida por el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías y se efectuó este sábado en la histórica Plaza San Juan de Dios, a pocos metros donde fueron expuestos sus restos un día después del suceso, un 12 de mayo de 1873.
Elda Cento, vicepresidenta de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba y una de las integrantes del equipo de investigadores que trabajó para desentrañar las causas de la muerte que algunos consideraban misteriosas, dijo en su intervención que, «la muerte de El Mayor fue una contingencia natural de su activa participación en el combate, acentuada por su osadía y sentido de responsabilidad ante el deber como jefe».
Roberto Márquez Díaz, en representación de la juventud cubana, sostuvo que el tiempo dejó la imagen y el ejemplo de Agramonte, mito y vergüenza desde entonces, cuya semilla se ha multiplicado como Alma de Beso, como lo definiera José Martí, y se reproduce en los Cinco compatriotas antiterroristas cubanos presos en cárceles norteamericanas.
En el excelente programa artístico se expusieron citas acerca de Agramonte del cronista de guerra Enrique Collazo, de Bonifacio Byrne, Manuel Navarro Luna, de Rubén Martínez Villena, además de escucharse la emblemática canción El Mayor, del compositor e interprete Silvio Rodríguez.
Como parte de las actividades de recordación fue cancelado un sello bajo los auspicios de la Casa Natal de Ignacio Agramonte y Loynaz, la Dirección de Patrimonio y la Asociación de Filatélicos.
Hoy, jóvenes de cerca de 50 países marchan en Camagüey por los predios de la manigua redentora y hasta los potreros de Jimaguayú, lugar donde un 11 de mayo de 1873 cayó en combate El Mayor.