Esta malformación es consecuencia de alteraciones en los cromosomas, pero no impide su crecimiento normal
CAMAGÜEY.— Un pollito con cuatro patas nació en el patio de Pedro Sánchez Hernández, en el reparto Saratoga de esta ciudad.
Hermano de ocho «pío píos», ninguno tiene igual anomalía.
El «pequeñuelo» es un acontecimiento en la vecindad de su hogar, ubicado en Pasaje B, número 17, del citado barrio.
Ante el revuelo formado por el hecho, una vecina del afortunado Sánchez, lo convenció para trasladar al polluelo hasta la redacción del periódico provincial Adelante.
«Nació piando el muy “cuatro patas”», comentaba la vecina Caridad García, mientras que los trabajadores del semanario detenían sus curiosas miradas en el pichonzuelo, ya todo un trepador.
«Come como un “condena’o” y trepa con una agilidad que deja atrás a sus siete hermanos. Aún no tiene nombre, pero yo lo llamo Milagrito», dijo Caridad.
Estas malformaciones son consecuencia de alteraciones en los cromosomas y la probabilidad de que ocurra una igual se encuentra en el rango de uno entre miles, explicó el profesor asistente de Cirugía y Anatomía de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Camagüey, Alex Resillez Pujal.
Agregó el reconocido veterinario que la malformación en esta ave no impide su crecimiento y desarrollo normal, y que puede llegar a ser adulto. Solo con el paso del tiempo, y cuando se defina su sexo, se sabrán los problemas a enfrentar.
Recordó el cirujano que un caso igual se dio en Camagüey en el año 2007: «El ave tenía la misma deformación que este pollito, pero al convertirse en gallina falleció por tener obstrucción en sus dos cloacas, que en período de ovulación agravaba su salud al atravesarse los huevos en el conducto irregular».
Apuntó que solo resta esperar el desenlace de Milagrito, que también tiene un gran sobrehueso en su carapacho, muy similar a un pico, propio también de la malformación.