SANTIAGO DE CUBA.— Les costó tiempo, pero los militantes del Comité de Base de la Empresa de Gastronomía, en el municipio de San Luis, llegaron a las esencias.
Su estructura de base trabaja bien, se reúne, convoca a trabajos voluntarios, discute sobre su actividad fundamental, despliega iniciativas... y su empresa, este año, hasta sobrecumple los planes.
Sin embargo, las numerosas quejas de la población del municipio sobre las dificultades en el servicio gastronómico, la falta de estabilidad en la labor de varias unidades, los pocos lugares adónde ir para los sanluiseros, les han devuelto más de un cuestionamiento.
¿Puede decirse entonces que está trabajando bien una estructura de la UJC en un lugar donde no se cumple con calidad con la misión fundamental, en este caso prestar un buen servicio?
La reflexión, introducida por la secretaria general de ese comité de base, Yanelis Benítez, ilustró con claridad el verdadero papel que corresponde a la juventud comunista, como fuerza movilizadora de todos los jóvenes en la batalla por elevar la producción y los servicios, tema que centró los debates de la asamblea de balance de la UJC, celebrada la víspera, en este oriental territorio.
Hubo consenso. Esa estructura juvenil, como otras en el país, tiene aún debilidades, que debe transformar con iniciativa, previsión, luz larga, preparación, argumentos para convencer y crear conciencia, y, sobre todo, con voluntad de hacer, si quiere estar a la altura de lo que espera hoy el país de los jóvenes.
El integrante del Buró Político del Comité Central del PCC José Ramón Machado Ventura, quien presidió los balances juveniles de este fin de semana en Santiago de Cuba y Holguín, les apoyó en el razonamiento. Al decir del dirigente, el país precisa hoy levantarse contra las insuficiencias en muchos sectores, y ese papel corresponde esencialmente a la juventud.
Machado Ventura argumentó que tales ideas no se defienden con consignas, sino, ante todo, con la clara conciencia del rol que asumen en los nuevos tiempos, superando concepciones como aquella de que cumpliendo los planes productivos de cualquier manera, aun soslayando el objeto social, se trabaja bien.
Crear las condiciones materiales que estimulen el trabajo, defender el estudio y la superación como vías para que el país cuente con mejores obreros y contar con jóvenes de vanguardia, con nivel ideológico en cada puesto, son, en opinión del dirigente partidista, armas imprescindibles en la defensa actual de la independencia de la Revolución.
Julio Martínez Ramírez, primer secretario del Comité Nacional de la UJC, defendió la necesaria claridad que debe existir al respecto entre los militantes, cuando les ratificó a los delegados santiagueros que su papel es hoy desplegar el combate contra lo mal hecho en cada lugar en donde se encuentren, y eso además de la ofensiva contra la corrupción y las ilegalidades, la indisciplina laboral o el derroche, incluye atacar asuntos como el de la desvinculación laboral o del estudio de algunos jóvenes.
«Es preciso elevar la combatividad y meditar en todo cuanto más podemos hacer para movilizar a la juventud al trabajo y, sobre todo, desplegar acciones para que no conviva un solo joven con carné de la UJC que no sea consecuente con la actitud de un militante, y mucho menos que exista un solo miembro de la organización desvinculado», defendió Martínez Ramírez.
En la asamblea santiaguera, que contó también con la presencia del miembro del Buró Político y primer secretario del PCC en esta provincia, Misael Enamorado; Amaurys Quintana Quintana, ratificado como primer secretario de la UJC, dejó claro que en esa batalla la juventud santiaguera seguirá teniendo el esfuerzo y la conciencia como banderas.