Famoso en Cuba por las novelas brasileras, continúa extendiéndose
Palmira, Cienfuegos.— A solo siete meses de la siembra del maracuyá en el Complejo Agroindustrial Espartaco, de este municipio, fueron cosechados los primeros frutos, todos en excelentes condiciones, aseveró el especialista en frutales José Ramón Bolaños.
La hectárea cultivada en las áreas de este antiguo central azucarero cuenta con unas mil plantas, con un sistema moderno de siembra que dispone de una base confortable, creada a partir de tuberías de tres y cuatro pulgadas, precisó el técnico.
Roberto Díaz, jefe de la hectárea, opinó que se trata de un cultivo «agradecido», a cuya tierra se incorpora humus de lombriz; y el cual en un período de año y medio produce de 20 a 30 toneladas de maracuyá por hectárea.
El cultivo de esta trepadora de nombre científico Pasiflora edulis continúa extendiéndose en el país, luego de que, a partir del proceso de reconversión de los centrales azucareros y el comienzo de la Tarea Álvaro Reynoso, el MINAZ orientara plantar en cada uno de los bateyes una hectárea de dicho fruto, aseguró Francisco Fernández, director agropecuario de la entidad en la provincia.
La especie subtropical, famosa en Cuba por los culebrones brasileros, crece en varios países de América del Sur, el Caribe, África, Hawai y Sri Lanka.
Los colonizadores españoles la llamaban «el fruto de la Pasión», una vez que la semejanza de la flor con la corona de espinas y la conformación de sus pétalos, sépalos, estambres y pistilos diera cabida a interpretaciones teológicas que la relacionaban con los Apóstoles, los cinco estigmas y los clavos de la Cruz.
Rica en aminoácidos, calcio e hierro, posee además valores medicinales, en tanto tiene efectos antiespasmódicos, se utiliza en el tratamiento de cefaleas, dolores menstruales, e incluso alivia la alteración nerviosa, precisó Bolaños.
Con el maracuyá se elabora un delicioso refresco, así como mermelada y casquitos. Muchos lo reclaman, y su venta se extiende a la red gastronómica en el territorio, si bien su demanda aún no es alta en la población, fundamentalmente a causa de falta de información.
El primer secretario del Partido en Cienfuegos, Roberto Morales Ojeda, durante una visita al Espartaco, orientó la ágil expansión de la venta de sus derivados en cafeterías y otras unidades. Otras siete granjas de la provincia se adentran en el cultivo del fruto.