La Revolución ha llevado todos sus beneficios sociales a esa zona antes ignorada. Foto: Roberto Suárez
CIÉNAGA DE ZAPATA, Matanzas.— La Facultad municipal de Ciencias Médicas de la Ciénaga de Zapata, adjunta a su homóloga de Matanzas, forma a los especialistas que necesita ese territorio para mantener los éxitos de salud en esa apartada región.La sede radica en el poblado de Playa Larga y es la primera vez en la historia de la Península en que los profesionales de la salud se graduarán íntegramente allí.
Hoy se cuenta con una matrícula de 150 estudiantes, distribuidos en Medicina, Tecnología de la salud y Enfermería, especialidad esta última que gradúa a licenciados y a técnicos de nivel medio.
En Tecnología de la salud se forman especialistas en Radiología, Microbiología, Laboratorio, Fisioterapia e Higiene y epidemiología.
De manera excepcional, y por pertenecer la Ciénaga de Zapata al Plan Turquino-Manatí, se hizo una convocatoria para jóvenes de entre 17 y 24 años, residentes en ese municipio y con preuniversitario vencido, para matricular la carrera de Medicina.
El mes anterior se graduaron los primeros enfermeros de un curso emergente, quienes ya prestan servicios en las comunidades.
Antes de 1959 no se registraban médicos residentes en la Ciénaga de Zapata: solo se conoce de dos, que provenientes de Jagüey Grande y Covadonga, entraban a la zona en tiempos de elecciones, promovidos por los candidatos de los partidos, y no volvían en el resto del año.
La Revolución, desde el mismo momento en que triunfó, se preocupó por cambiar la grave situación de pobreza, insalubridad y olvido en que estaban sumidos los cenagueros.