Héctor Navarro, ministro de Ciencia y Tecnología de Venezuela. «No solo estamos pensando cómo resolvemos los problemas de Cuba o Venezuela, sino —y bajo el criterio del ALBA, que nos incluye a todos—, cómo hacer que cualquier convenio que adoptemos o actividad que se desarrolle en lo adelante, tome en cuenta el impacto positivo que tendrá en nuestras sociedades», explicó Héctor Navarro, ministro de Ciencia y Tecnología de Venezuela, en declaraciones a JR.
El encuentro, breve, tuvo lugar en el atestado lobby del Palacio de las Convenciones algunos minutos antes de la clausura de la VII Comisión Mixta Intergubernamental entre Cuba y Venezuela, que dejó plasmados 355 proyectos a desarrollarse en uno y otro país, luego de tres días de intenso trabajo hasta el miércoles.
Según detalló Navarro, las iniciativas que corresponden al amplia área que atiende —una de las más importantes para el desarrollo de cualquier sociedad—, constituyen «el mayor grupo que hayamos suscrito entre instituciones adscritas a los ministerios respectivos» y van «desde la interpretación de datos atmosféricos, hasta aplicaciones de salud, la producción de alimentos y el mejoramiento genético», pasando por «distintas ramas del saber en la ciencia», describió.
Sin embargo, Navarro destacó que lo descollante ha sido que el interés promotor —«y lo que nos trae acá»— no está motivado por la ganancia comercial, sino por la búsqueda de «un intercambio de conocimientos en beneficio de los dos pueblos».
En su opinión, «estos encuentros abren camino» y adelantó que sobre la marcha «estamos preparándonos para otras cosas».
Ya no se trata solo de resolver los problemas de Cuba y Venezuela. Uno de los temas que se discute, informó, es el uso de las imágenes de satélites meteorológicos, «un asunto que no solo tiene que ver con nuestras dos naciones, sino con toda la región».
«Otro tema es la estructuración de lo que pudiéramos llamar laboratorios regionales. El concepto es que ya no se trata de hacer una gran inversión para un laboratorio del mismo tipo en cada uno de los países, sino que, a lo mejor, podemos hacer un centro regional de investigación, digamos, para el uso de la energía nuclear con aplicaciones medicinales; o con vista al mejoramiento genético, área en la que se necesita microscopia electrónica.
«Tal vez nosotros en Venezuela podemos crear un centro regional de microscopia electrónica que preste servicios a nuestros investigadores y a las necesidades de desarrollo científico-técnico de la región, y podamos, haciendo un esfuerzo, concentrar un gran laboratorio en nuestro país...
«Simplemente, son posibilidades; ideas que estamos empezando a valorar, pero que tendrán conclusión en muy corto plazo», afirmó.