Foto: Angelito Baldrich SI el hábito hace al monje, como reza el adagio, valdría la pena parafrasear que el debate hace al universitario, según se deduce del intercambio agudo y crítico de los delegados a la asamblea VII Congreso de la FEU en Guantánamo, Santiago de Cuba y Ciudad de La Habana.
Más debates, intercambios y polémica, no solo de la vida en las universidades sino además del contexto social hasta donde llega hoy la organización, se plantearon como retos de la Federación Estudiantil Universitaria los delegados guantanameros.
«Pero, ¿qué debatimos? ¿Cómo lo hacemos? ¿Nos preocupamos lo necesario acaso por cuidar los medios a nuestra disposición? ¿Hay suficiente sentido de pertenencia a la FEU? ¿Se entroniza la cultura económica en los estudiantes?, interrogó con acento autocrítico el joven Eglis Labadí.
Tales respuestas no serían posibles allí «donde la brigada carezca de protagonismo, además de un líder fuerte, emprendedor, capaz de movilizar, unir y convocar a realizaciones concretas», opinó el estudiante Rubén Isaac.
« “Vamos a reunirnos cinco minutos”. Ese llamado a veces se escucha en algunas aulas, en las cuales la improvisación impide análisis profundos sobre problemas de los afiliados como las ausencias injustificadas o la apatía ante misiones de la FEU», explicó el joven.
El hecho de que más de 7 000 muchachos y muchachos dieran un paso al frente en las tareas de la Brigadas Universitarias de Trabajo social merece elogios, pero también meditación, apreció Carlos Lage Cordorniú, presidente nacional de la FEU.
¿Por qué no todos se sumaron a convocatoria de tanta importancia? ¿Cómo cerrarle el paso, desde la propia brigada, a criterios que privilegian el esfuerzo docente en detrimento de la formación integral y revolucionaria de los futuros profesionales del país?, instó a la reflexión.
«Debemos estar todos, en todos los combates; es preciso saber qué defendemos, apropiarnos de sólidos argumentos con base cultural e histórica para contrarrestar las influencias de la globalización neoliberal; necesitamos ampliar nuestra capacidad de discusión y polémica sobre los problemas de los universitarios y de la sociedad, siempre desde un enfoque revolucionario», remarcó Lage Codorniú.
A que se asuma «cada Universidad como el espacio donde se forjan generaciones de patriotas», exhortó Lázara Mercedes López Acea, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido, en el congreso guantanamero.
EN LA TRINCHERA DEL DÍA A DÍALa principal forma que tienen los integrantes de la Federación Estudiantil Universitaria de garantizar que la Revolución avance y se fortalezca, está en la trinchera del día a día.
Consecuentes con esa idea, que signó los debates de las sesiones del Congreso provincial de los universitarios en Santiago de Cuba tal como sucedió en otras regiones del país, los más de 300 delegados se pronunciaron por sentirse representantes de la octogenaria organización en todos los espacios de su vida, haciendo del quehacer estudiantil, con la brigada como su célula fundamental, un constante ejercicio de creatividad, espíritu emprendedor, audacia y compromiso.
¿Cómo conseguir que un presidente de brigada, de primer año, prepare una reunión diferente? ¿Por qué muchos estudiantes de cuarto o quinto año se sienten menos identificados con la organización?
Las interrogantes, formuladas por Luis Mariano, presidente de la FEU en el Instituto Superior de Ciencias Médicas santiaguero, encontraron respuestas como la necesidad de insistir en la preparación y el liderazgo de los dirigentes de base y mejorar aquellos mecanismos que hoy hacen que la convocatoria, la información o el reconocimiento se pierdan entre las fisuras del sistema de comunicación con las brigadas.
En nombre de los miembros que hoy tiene la FEU santiaguera en las Sedes Universitarias Municipales, Raulicer García, de la Sede Universitaria 26 de Julio, en la cabecera provincial, habló de las brigadas Rescate de Sanguily, iniciativa con la que, a partir del interés diferenciado en los problemas de cada joven, la FEU de su sede intenta transformar realidades como la baja asistencia a las aulas.
Y es que como dijera Yanelis Borrero, de Tercer Frente, los métodos y estilos de dirección de las universidades tradicionales no siempre funcionan en las Sedes Municipales, que son un verdadero mosaico de heterogeneidad.
Se impone entonces, argumentaba, fundar una identidad propia, aprovechar espacios como los consejos de sedes, buscar la integración entre las diversas carreras y sedes, utilizar óptimamente las potencialidades que ofrece cada territorio.
Con ella coincidieron la miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, Lázara Mercedes López Acea, y Juan Vela, ministro de Educación Superior, quienes se refirieron a la responsabilidad de la FEU en la atención, formación y motivación a las crecidas matrículas de estudiantes universitarios que existen hoy en la Isla, militen o no en sus filas.
YO SOY LA REVOLUCIÓNCada joven universitario debe decir «yo soy la Revolución». Este fue el sentir de los más de 400 delegados al Congreso de la FEU en la capital, quienes en representación de los 31 000 miembros de la organización en ese territorio culminaron con su encuentro el proceso previo a la cita nacional.
Entre las múltiples intervenciones estuvo latente la preocupación por la responsabilidad que deben asumir como generación. Por ejemplo Magalys Plasencia, presidenta de la FEU en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, defendió la tesis de que los futuros profesores tienen una alta responsabilidad en la preservación de las conquistas de la Revolución, pues son los responsables de inculcar esos valores en los más jóvenes.
En este sentido también Pavel Marquetti, de la Sede Universitaria Municipal de Marianao, auguró el éxito del Congreso, porque se han tratado con profundidad los problemas, y cada cual ha crecido y comprendido mejor el papel que le toca en esta sociedad.
En una intervención ante el plenario Pedro Sáez, primer secretario del Partido en la capital, significó que la FEU ha demostrado su capacidad movilizativa en cada marcha convocada en el territorio.
A veces los cubanos estamos preparados para las grandes convocatorias, sin embargo nos falta destreza para asumir las tareas pequeñas, las de todos los días.
Una Revolución no se hace en un pedacito de tiempo, en lo heroico, acotó, sino en el batallar diario. Para ello instó a la FEU al trabajo hombre a hombre, al intercambio directo y a eliminar todo tipo de burocracia.
Por su parte Julio Martínez, primer secretario de la UJC, significó que el Congreso no solo sirve para identificar las inquietudes de los estudiantes, sino que es también un espacio idóneo para fortalecer la organización.