Cuba trabaja en la elaboración de un proyecto nacional de alerta de tsunamis y otros riesgos costeros. Foto: Roberto Morejón
El desarrollo e implementación de un sistema de alerta de tsunamis y otras amenazas costeras para la región del Caribe fue uno de los temas que ocupó a los participantes del VIII Congreso de Ciencias del Mar, MarCuba 2006, evento que hoy concluye en el Palacio de las Convenciones de La Habana.El impacto del terremoto de la isla de Sumatra, Indonesia, y el tsunami que le siguió, en diciembre de 2004, por el cual murieron cerca de 300 000 personas fue un factor decisivo para que la UNESCO asumiera crear los grupos regionales de alerta a nivel mundial.
Aunque en el planeta la zona del Caribe es de las menos activas sísmicamente, se conoce que 3 503 personas murieron víctimas de tsunamis en el período de 1842 a 1946 en esta zona. Estos fueron reportados en Haití, Venezuela, Jamaica, Puerto Rico, Islas Vírgenes y República Dominicana.
Así lo informó César Toro, secretario ejecutivo de la subcomisión para el Gran Caribe de la comisión Oceanografía Intergubernamental de la UNESCO.
El experto comentó que entonces la población costera era baja, en contraste con la actualidad, cuando se ha visto un incremento notable, así como el desarrollo del turismo y la explotación del petróleo y gas en las zonas tropicales.
El sistema de alerta en la región caribeña se complementaría por la integración de centros de este tipo de los 29 países del área.
Cuba, quien es miembro de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, actualmente trabaja en la elaboración de un proyecto nacional para el diseño e implementación del sistema de alerta de tsunamis y otros riesgos costeros.
Si bien para nosotros los tsunamis no son una amenaza inminente, si lo constituyen las tormentas tropicales y los sistemas frontales —bajas extratropicales y frentes fríos— causantes de más de 60 por ciento de las inundaciones en el occidente del país.
El mencionado proyecto incluye recolectar información sobre el sistema nacional de vigilancia sismológica, del nivel del mar e hidrometeorológicas; estas últimas guardan estrecha relación con las inundaciones costeras.
Aunque la Isla es reconocida mundialmente por la eficacia en el enfrentamiento de ciclones tropicales, los cuales son pronosticados con varios días de antelación, precisa de perfeccionar y adaptar los mecanismos existentes para dar respuestas a eventos que puedan ocurrir en horas, como los tsunamis.