Hace 40 días que me hice un aborto. Eran mellizos y no tenía condiciones para tenerlos. Antes, me traté por cervicitis, pero nunca llegué a la cauterización. Aún no he visto la menstruación y temo que el aborto sea la causa. Quiero tener hijos en el futuro. Me gustaría que me informaran sobre las consecuencias de los abortos y de la cervicitis.
El aborto y la cervicitis no tratada a tiempo podrían tener consecuencias similares. De hecho, la cervicitis es una de las secuelas posibles de aquel. La mujer se arriesga a quedar estéril, a desarrollar embarazos ectópicos o extrauterinos, así como a tener abortos espontáneos, nacimientos prematuros e incluso al deterioro de su salud. La cervicitis agrega dolores pélvicos (bajo vientre) crónicos.
Todos los métodos de interrupción de embarazos implican algún riesgo a pesar de que los realizados durante el primer trimestre son relativamente sencillos y seguros cuando se efectúan en condiciones clínicas adecuadas. Los riesgos de complicaciones aumentan según la edad de la gestante y consisten en infecciones, lesiones del cuello uterino, perforación uterina, hemorragias, entre otras. Debemos ir con urgencia al médico si después del aborto presentamos sangramiento abundante y constante, cólicos inusuales y severos, expulsamos coágulos del tamaño de una pelota de golf, el flujo vaginal tiene mal olor, sufrimos fiebre alta o los síntomas del embarazo persisten por más de dos semanas.
La menstruación aparece entre las 4 y 8 semanas posteriores al aborto. Se recomienda utilizar algún método anticonceptivo inmediatamente después de la interrupción para evitar un nuevo embarazo el próximo mes.
La cervicitis consiste en una inflamación del cérvix o cuello del útero debida, generalmente, a infecciones de transmisión sexual. Los dispositivos intrauterinos, los embarazos mal realizados y determinadas manipulaciones ginecológicas, también se cuentan entre sus numerosas causas. Su tratamiento es diverso. La cauterización no siempre es necesaria. Solamente el médico está capacitado para indicar el método adecuado.
Mariela Rodríguez Méndez. Máster en Psicología y consejera en ITS y VIH /SIDA