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Proyecto de uranio Four Mile, una de las concesiones a Mr. Blue Cuando se juntan, es el acabose. Existe en este mundo un bimillonario que trata de pasar lo más inadvertido posible y cuyo nombre es James Neal Blue, a quien acaban de otorgarle la mina de uranio Four Mile, en Australia. Una de las compañías de las que es director, la Quasar Resources, obtuvo la concesión otorgada por el ministro de Medio Ambiente, Peter Garrett, y avalada por el Consejo de Minerales de Australia. Claro que no tiene nada de particular que una empresa privada se haga cargo de la tarea, solo que el colorido señor Blue es uno de los mayores comerciantes de armas de Estados Unidos. Y esa combinación uranio y armas huele a chamuscado.
En este caso no hay problemas de para qué o en qué se utilizará ese uranio, las cosas quedan en casa de los socios. Si fuera un iraní, un chavista, un cubano, un indio andino, bueno, ya usted sabe, ahí sí que sería un «peligro» grande, grande, ¿o no?
El diario australiano The Age, publicó la información el miércoles pasado y dio algunos datos interesantes del Mister y su Quasar Resources: por ejemplo, James Neal Blue contribuyó a desarrollar el avión sin piloto Predator, el mismísimo ampliamente utilizado en las guerras de Afganistán e Iraq, por la magnífica posibilidad que ofrece de matar «enemigos» sin poner en peligro las vidas de los pilotos y tripulantes de las naves «convencionales». ¿Qué me dicen? Que entre los «enemigos» la mayor parte de las bajas mortales o los heridos son civiles. Pero, amigos y amigas, qué importancia tienen si son afganos o iraquíes.
Además, en este asunto de la mina Four Mile hay la garantía de la eficiencia, porque está bien cerca de otro yacimiento de uranio, el Beverley, propiedad de la compañía Heathgate Resources, la que está a su vez afiliada a General Atomics, una corporación de armas y energía nuclear estadounidense que reportó contratos con el Pentágono por 700 millones de dólares y cuyo director es...
Claro que lo adivinó: el Sr. James Nelson Blue, de quien la revista Fortune afirma que hace décadas compró en la isla-continente extensas áreas de tierra ricas en uranio, luego que el Gobierno Federal aprobara esa minería.
Y buscando y buscando en el perfil del susodicho, se ha encontrado que se hizo prominente durante la década de los 80 por ser, como él se autodescribe, «un entusiasta sustentador» del involucramiento de Estados Unidos en la guerra encubierta contra el gobierno sandinista de Nicaragua.
Por su parte, el señor Garrett, ex cantante estrella del grupo de rock Midnight Oil y que en otros tiempos hizo campaña ambientalista y protestó contra las minas de uranio y la presencia militar estadounidense en Australia —como informaba The Age— saltó de bando y defendió la decisión gubernamental de entregar la mina Four Mile diciendo que habrá un estricto monitoreo de los desechos radiactivos. Lo que se haga con los no-desechos no tiene la menor importancia, además van a ser enviados -—según dicen— hacia los reactores nucleares de Estados Unidos.
Sin embargo, afirma The Age, los grupos ambientalistas de la tierra del canguro están seriamente preocupados sobre la altura de este acuerdo, y apuntan que no hay requerimiento para que la compañía limpie las filtraciones subterráneas que lentamente se esparzan por el manto freático.
Además, el «defensor del medio ambiente» Peter Garrett todavía debe tomar otras decisiones en estudio, pero eso es para el año 2011, como es el caso de la utilización del depósito de uranio en Yeelerrie por la compañía BHP Billiton, que está a 400 kilómetros al norte de Kalgoorlie, y una solicitud existente sobre la mina de uranio de Kintyre, en East Pilbara.
La riqueza y el peligro se dan la mano, como el uranio y las armas...