Frente al espejo
«Dar tierras a quienes estén dispuestos a producir y créditos para la construcción de viviendas ayudaría a devolver al campo a mucha gente que así lo desea, pero no puede saltar el muro burocrático. (Más brazos para quitar trabas, Marianela Martín Gonzalez, Juan Morales Agüero, Nelson Rodríguez Roque, 6 de marzo). Las reglas tienen razón para existir, pero no deben convertirse en un obstáculo si se pretende lograr un desarrollo sostenible de la industria alimentaria. Lo otro es la tierra en usufructo, este mecanismo debe ser usado de manera temporal, solo para determinar la voluntad y el compromiso de quien se decida a dicha empresa. Si la persona que entra en contrato cumple de manera cabal, debería recibir propiedad permanente sobre la tierra que hace producir». (Amaury Felipe)
«El Derecho Internacional prohíbe violar la integridad territorial de otros Estados, pero qué pasa si en el mundo no existe el estado de derecho (De cómo Estados Unidos y Europa atizaron el fuego, Juana Carrasco Martín, 6 de marzo). Supuestamente solo la ONU y su Consejo de Seguridad pueden autorizar el uso de la fuerza contra un país, pero vemos que no es así; esto se viola constantemente por parte o con el beneplácito de Estados Unidos y Occidente (Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Palestina, Siria, Chipre…). Hoy en el mundo impera la ley del más fuerte, sobre todo a partir de los años 90 con la desaparición de la URSS, el Pacto de Varsovia y el campo socialista. ¿Quién frena hoy las ambiciones desmedidas de Occidente? No son Rusia o China quienes reparten sanciones a diestra y siniestra e invaden países, no son ellos quienes manipulan descaradamente los medios desinformativos y de propaganda. Ucrania iba camino a su entrada en la OTAN, con ansias de rearme nuclear, el mundo estaba a un paso de una guerra nuclear global fatal para todos. La intervención de Rusia en Ucrania fue generada con toda intención por parte de Estados Unidos y la OTAN, sabían que a Rusia no le quedaría otra salida, era un paso obligado. Occidente sacrifica a Ucrania (y sacrificará a Taiwán contra China) para debilitar a Rusia, para fortalecer su poder hegemónico en el mundo y como sherif del Oeste impartir “justicia”. De ello se desprende que, aunque parezca paradójico, Rusia está luchando por la paz, incluso la nuestra». (Carlos G.)