Frente al espejo
«Quién dice que la juventud está perdida (A Roberto la ataxia le quita el sueño, Liudmila Peña Herrera, 2 de julio). Como este ejemplo, hay miles, mis felicitaciones a usted y su esposa, Cuba y el mundo les agradecerá sus noches de desvelo». (Ainos)
«Roberto, le doy gracias a Dios por esa inteligencia, sabiduría y humanidad que ha puesto en usted, por su entrega de cada día en busca de la cura de esa enfermedad. Que Dios los bendiga a usted y a su esposa que ocupan tiempo en investigaciones científicas y dejan en momentos de disfrutar a su bebé y la familia, con tal de brindarles a otros un poquito de felicidad. Además, sean bendecidas todas las personas que se dedican a este tipo de investigaciones importantes de la salud y no conocemos tan íntimamente sus vidas, pero por su testimonio sabemos que también dedican gran parte de su tiempo a mejorar la calidad de vida de las personas de nuestro país y del mundo en general…». (IBOH)
«Simpático artículo. (Un celular a la vista, Luis Raúl Vázquez Muñoz, 2 de julio) Ya no estoy en edad de enamorar, pero me pregunto si se siente el mismo volar de mariposas en el estómago enamorando por un celular o mirando a los ojos de la otra persona y sintiendo cerca su piel. El contacto, cara a cara, la comunicación personal, no se vive igual. Claro que el celular le viene como anillo al dedo a las personas tímidas porque permite manifestarse como no lo haría personalmente; pero también es útil como en el caso del colega que ideó ir preparando el terreno con su esposa para empeños más emotivos, como reseña el periodista. De todas formas, ¡bienvenido el celular!». (Julia)