Frente al espejo
«Compañero Ricardo Ronquillo Bello (Como clavos sobre la cruz de Galilea, 25 de diciembre), el propio Gigante Fidel nos mostró el camino y las tareas para ese futuro más socialista y próspero: la unidad del pueblo con su Revolución. La Revolución no es el patrimonio ni la obra de un grupo de hombres. Es de los humildes, para los humildes y por los humildes. Es la obra de todo un pueblo. En su última Reflexión, el Gigante nos dejó claro que Cuba puede valerse de sus propias fuerzas. Tengo una infinita confianza en el pueblo cubano, que parió gigantes de la fuerza moral y épica de Martí, de Fidel, de Camilo y de nuestros Cinco Héroes. Cuba es invencible». (Francisco)
«Todos los que sabemos ser conscientes y agradecidos tenemos el deber de defender los derechos por los que nuestro Padre, Fidel, dedicó cada minuto de su vida, para darnos estos beneficios que nunca podemos perder, el derecho a que se cumpla ese concepto de Revolución que dice a todo lo que tenemos derecho y deberes». (Consuelo)
«Un trabajo periodístico, a mi criterio, profundo (Incongruencias ¿enlatadas?, Marianela Martín González, Odalis Riquenes Cutiño y Lisandra Gómez Guerra, 25 de diciembre). Representantes de varios sistemas productivos expresaron los problemas, qué hacen para resolverlos y la urgencia de actuar para impedir pérdidas agrícolas, aprovechar con más eficiencia las producciones agrícolas que van en aumento y preparar la industria transformadora para incrementar los surtidos en formatos, además, más asequibles al pueblo. (...) Es complejo el problema, pero lo mejor es que se incrementa la producción agropecuaria y ojalá, en tanto la industria dé respuesta en capacidades productivas y se incrementen los envases, los productores primarios bajen el precio de sus productos y lo hagan llegar a más consumidores». (Carmita)