Frente al espejo
«Acabo de leer dos artículos de su autoría, Entre lo urgente y lo estratégico y La derrota de las expulsiones (José Alejandro Rodríguez, 27 de septiembre y 16 de noviembre, respectivamente). Igual he leído artículos de otros periodistas donde se debate el tema del desarrollo de las fuerzas productivas y los frenos que existen. Como usted mismo plantea, y cito “En varias ocasiones he defendido el criterio de que urge buscar concienzudamente, en las trabazones de nuestras estructuras económico-sociales, las raíces profundas del desentendimiento y el desinterés por el trabajo y todos sus corolarios”; y es cierto que hay que buscarlas, sin embargo ello podrá traer a colación otros errores. Esto es suficiente para dar una muestra de lo complejo que resulta todo. Espero que en algún artículo futuro ya se pueda leer algo diferente del tema». (Carlos Comas)
«Luis Sexto: Lo felicito. En sus dos últimos trabajos (Filosofía de “bomberos” y ¿Prever es palabra rara?, 21 y 14 de noviembre, sección Coloquiando), como en todos los que he leído y que me han convertido en un seguidor de su columna semanal, usted ha hecho gala de su talento; y lo percibo como el hombre revolucionario con las botas puestas y pegadas muy al suelo, capaz de sentir con los cinco sentidos el latir popular y aquilatar en su real dimensión aspectos medulares de nuestra sociedad. Lo exhorto a que desde su tribuna multiplique esas virtudes que posee, porque en mi percepción esos males que ha descrito claramente han permeado varias aristas de nuestra vida. Como “imperfectos humanos”, estamos muy necesitados de su alerta semanal. No se canse nunca pues el ser humano tiene la capacidad de mejorar y superar sus males. Sus acertados análisis pueden ser muy útiles en ello». (Jorge Pichs)
«Osviel: Quisiera felicitarlo por lo preciso, conciso y necesario de su comentario Dame un por ciento (Osviel Castro Medel, 16 de noviembre). Creo que acertó usted con el tema en un cien por ciento, o con un 103 (¡sobrecumplimiento!). Ahora, me pregunto cuándo veremos los resultados de la labor de la prensa, pues ustedes se esfuerzan en tocar temas necesarios, pero la realidad es que hay oídos que sobrecumplen siendo sordos a las críticas. Su comentario fue muy preciso y defensor de nuestros valores revolucionarios». (H. Hermida)
«Soy estudiante de primer año de la Enseñanza Especial, en el Instituto Superior Pedagógico Raúl Gómez García. Quiero agradecerle por la información tan nutritiva que nos brinda en su reflexión sobre las enfermedades de transmisión sexual (Credenciales del papiloma, Mileyda Menéndez Dávila, 15 de noviembre). En mi escuela soy una de las estudiantes que pertenece a la brigada de divulgación sobre estas enfermedades, y para hacerlo me he apoyado en su artículo. Deseo pedirle que aborde más del tema, pues este es un problema que existe en nuestro país». (Aliuska Calunga Reyes, Guantánamo)
«Leí el escrito titulado Dimas (Arleen Rodríguez Derivet, 9 de noviembre), en el que póstumamente se le rinde homenaje a quien fue apreciado en vida, y lo será también para el periodismo revolucionario, como Maestro. Leí la crónica primero solo, luego le puse su voz y su tono y se lo leí a mi esposa. Al día siguiente llevé el periódico a mi centro laboral y se lo di a leer a otros compañeros.
«Se percata uno inmediatamente que está escrita con amor y dolor ante la pérdida de alguien que fue apreciado altamente por sus análisis profundos, certeros y asequibles para cualquier cubano. La desaparición física de Eduardo Dimas nos deja el pecho apretado, pero el paso del periodista nos deja un rico y ejemplar legado en todos los sentidos». (Lic. Rolando Navarro Barrero)
«Gracias por tu artículo Abuelos, qué pasaría... (Yoelvis Lázaro Moreno Fernández, estudiante de Periodismo, 20 de noviembre). Por ser abuelo, me conmovió porque casi me vi retratado. Gracias nuevamente, porque no es habitual que un nieto escriba sobre abuelos. De todas formas creo que tu experiencia como nieto debe haber sido maravillosa». (Rafael Barbosa)