Frente al espejo
«Arleen: Tienes la rara virtud de interpretar el sentir de muchos en unas pocas cuartillas y dejarnos con la sensación de que poco más se puede decir sobre el tema que has tratado. Me ha sucedido nuevamente al leer tu nota sobre la desaparición del periodista cubano Eduardo Dimas (Dimas, Arleen Rodríguez Derivet, 11 de noviembre).
«Te agrego solo en el plano personal que, como funcionario del MINREX, él atendía Nicaragua en el momento del triunfo sandinista, el cual disfrutó de modo espectacular. Las últimas noches antes del 19 de julio de 1979 las había pasado durmiendo en la oficina. Yo hice mi primera práctica de producción con él, pues a la postre estaba en el primer año del Instituto Superior de Relaciones Internacionales. Creo que sus alumnos de Periodismo se sentirán para siempre marcados por su enseñanza, tal como nos sucedió a nosotros». (José R. Cabañas)
«Querida Arleen: Me quedé muy impresionado al leer sus sencillas palabras sobre la pérdida de ese cubano que supo ganarse el cariño, respeto y admiración de todo su pueblo, Eduardo Dimas». (Héctor Reyes Torres)
«Yoelvis: Me pareció muy bien tu crónica titulada Entrañas (Yoelvis Lázaro Moreno, estudiante de Periodismo, 2 de noviembre). Es sincera y honesta hasta con la existencia. Es tan importante redescubrirse para seguir andando... Eres joven pero iluminado por la sabiduría de años que te llegarán entre palabras y letras. Parte de tu crónica la utilizaré en un futuro como inicio de unas notas al programa de un espectáculo que hice hace años. Lo voy a dirigir con jóvenes en Matanzas. Pido tu permiso. Al final, lo que utilice tendrá tu nombre y créditos de donde fue extraído. Yo y ellos viajaremos a la semilla acompañados de una nueva mirada, donde late —como dices tú— en sus entrañas el pasado. Gracias por tener un pensamiento tan necesario en nuestros estudiantes de Periodismo». (René Fernández Santana, Premio Nacional de Teatro 2007, director general y artístico del Teatro Papalote, Matanzas)
«Estimado José Aurelio: Le saludo y le doy las gracias por tan bonito artículo (Miguel: arado en el pecho y la memoria, José Aurelio Paz, 7 de noviembre). Mi padre fue niño yuntero en la región oriental del país. Hoy que en Cuba todos los niños van a la escuela, historias tan conmovedoras como esas son muy útiles, pues nos ayudan a no olvidar un pasado...
«Aprovecho para saludar a sus protagonistas Pablo y Volpino, quienes poseen una hermosa sensibilidad poética, que da esperanzas de vivir. Desde donde quiera que esté, Miguel Hernández debe sentirse orgulloso de ustedes y del periodista. También quiero felicitar a Jesús Arencibia por su crónica sobre Dimas, quien convirtió también la televisión en un aula de claridad política y a nosotros en sus alumnos (publicada en la edición digital de JR con el título Di más, el domingo 9 de noviembre). Era un hombre de tanta claridad como el agua y suavidad como la seda, ejemplo de cómo tratar temas difíciles sin imponer, sino proponiendo». (Mario Ramón Alegría Domínguez)
«¡Con cuánto placer he leído su trabajo Niña de seda (Mary Luz Borrego, 9 de noviembre)! Da gusto leer historias como esas, donde el drama humano está a flor de piel. Es bueno saber que a una madre no le faltan el apoyo y consuelo de familiares, amigos y el de las organizaciones del gobierno. El diario se ha vestido de gala con este hermoso trabajo. Yésika es una niña afortunada. Su vida terrenal no pasará inadvertida y sus alas alzarán vuelo para posarse en los corazones de los que leímos esta conmovedora crónica». (Rafael Rodríguez Frías, estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba)
«Aprecio su interés en la vida extraordinaria de Helen Keller, una verdadera referencia de amor y voluntad, aun para las personas sin discapacidad.
«Quizá hubiera sido más oportuna la publicación de su artículo Desafío de paciencia (Luis Hernández Serrano, 2 de noviembre) el 27 de junio, Día Mundial de la Persona Sordociega, y que apenas se conoce y se celebra en Cuba. De cualquier forma, vale la pena que se difunda más la vida de esta mujer, cualquiera que sea el momento de hacerlo.
«Con todo respeto, sugiero que se escriba también sobre la vida de los sordociegos cubanos, su cotidianidad, educación, atención social, etc... ¿Habrá en Cuba alguien como Helen Keller?
«Las proezas que hicieron famosa a la norteamericana fueron posibles por la constancia, perseverancia y total entrega de su maestra Anna Sullivan, sin más recursos que su dedicación absoluta a la educación de Helen. ¿Tenemos en Cuba casos similares al de Anna Sullivan, paradigma de la enseñanza especial?
«Aprovecho la oportunidad para hacerle saber mi reconocimiento a su olfato periodístico y su obsesión por tratar temas originales e interesantes, lo cual hace honor al abc del Periodismo y, al propio tiempo, sacude el polvo de la monotonía que en tantas ocasiones cubre a nuestra prensa». (Jorge García Orce)
«Parafraseando a un cantor, me pregunto “quién dijo que todo está perdido” si jóvenes como tú piensan, sienten y, lo que es mejor, manifiestan y defienden tales principios (Diferentes sí, indiferentes no, Mileyda Menéndez Dávila, 19 de octubre). Ya lo dijo Martí: “Todo lo que divide, señala o separa a los hombres es un pecado contra la humanidad”. Y también “Tu indiferencia te hace cómplice”... Desde el fondo de mi corazón de cubana, su comentario ha sido el mejor regalo que he podido recibir por el Día de nuestra Cultura Nacional». (Rosa Cristina Báez Valdés)