Frente al espejo
«Mis felicitaciones por la profundidad y valentía con que abordan los problemas y dificultades que obstaculizan el desarrollo del país.
«Quiero referirme a una costumbre con la que siempre he discrepado y que persiste en los medios de prensa. Muchas veces leemos que un cuadro administrativo fue «liberado» de su cargo y que pasó a desempeñar «otras funciones» luego de comprobarse negligencias y/o acciones de corrupción en el ejercicio de su cargo. Me pregunto por qué no se le da un sentido crítico y educativo a la noticia utilizando los términos correctos. ¿Por qué el término «liberado» y no «destituido» —o «sustituido», si se quiere suavizar— que es lo adecuado de acuerdo con los hechos? ¿Por qué no se aclara lo de “otras funciones»? En Saco sin fondo (sección Coloquiando, 5 de octubre), Luis Sexto criticó valientemente una declaración pública pero prefirió omitir el nombre del funcionario.
«En toda sociedad la prensa ha sido una potente arma de contención ante vicios, corrupción y malos hábitos sociales. En su discurso del 17 de noviembre de 2005 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana nuestro Comandante consideró seriamente esa fuerza, y mucho más recientemente Raúl nos está llamando a la crítica abierta y constructiva, a llamar las cosas por su nombre. Creo que un funcionario público de cualquier nivel no se derrumba ni se desprestigia por una crítica pública ante un proceder equivocado, ya que a través de esos propios medios públicos tendría la oportunidad de reconocer con valentía su error o emitir sus consideraciones; en todo caso le quedaría la práctica como criterio fundamental de la verdad. Creo que una prensa así serviría, por el poder de disuasión que alcanzaría, a asestar en un período de tiempo no muy largo un duro golpe a los hechos de corrupción e ilegalidades que tanto daño nos están causando». (Leandro Castro Pompa)
«Estoy absolutamente de acuerdo con su comentario Divismos (Julio Martínez Molina, 23 de diciembre). Por desgracia, la tendencia a engrandecer prolifera y cualquiera, con cualquier historial, ya recibe o pretende recibir el calificativo de «Diva del Pueblo», «Maestro» u otra cosa que le endilgan. Artistas de reconocido renombre y, sobre todo, trabajo, nunca lo lograron en vida y, mucho menos, al comienzo de su carrera. Hoy cualquiera es «Maestro». Recordemos a los verdaderos, y que nos ayude la televisión a eludir tantos falsos «Maestro» y «Diva»». (Ernesto Peñate)
«Me gustó su artículo El diario de Schlesinger (Rosa Miriam Elizalde, 26 de diciembre). Están muy interesantes los fragmentos que usted escogió del Diario de Arthur M. Schlesinger, y por lo tanto la felicito. No acostumbro a leer mucho Juventud Rebelde, y solo lo hago cuando tengo la posibilidad, pero le prometo que seré un fiel lector de su columna... Felicito a los trabajadores del diario por este fin de año y los exhorto a que mantengan la calidad que ha caracterizado su trabajo». (Nivardo)
El 12 de diciembre publicamos el comentario titulado Dignidad perdida (Luis Raúl Vázquez), sobre el maltrato a los animales. Acerca del mismo recibimos la siguiente opinión:
«Lo felicito por su trabajo, que levanta una bandera en defensa de los que no tienen voz. Quienes visitamos regularmente a Cuba nos llevamos una mala impresión de este problema, que contradice la imagen humanista que caracteriza al gobierno y al pueblo cubanos». (Lourdes Inurreta Gómez, maestra mexicana)