Acuse de recibo
Frank Santos (calle 55, No. 26202, entre 262 y 266, Versalles, ciudad de Matanzas) relata que el 19 de septiembre de 2024 sus hijos compraron a través de la Tienda Virtual de Copextel una olla arrocera y una olla de presión. Y ambos equipos fueron pagados desde el exterior al instante.
Como se había informado que ambas ollas le serían entregadas en un plazo de 30 días, él aguardó durante ese tiempo. Pero una vez transcurrido este y sin que llegaran, se dirigió al chat de WhatsApp A.Cliente Tienda Copextel, que ofrece la propia página web de esa entidad.
«Ahí empezó la muestra más increíble de maltrato que haya recibido en mis casi 60 años de existencia», afirma Frank. Finalmente, con Atención al Cliente no pude recibir respuesta, porque al parecer eso es un boot o un robot no programado para ofrecer disculpas por las molestias ocasionadas que casi me obligan a cancelar mi orden, lo que generó, mayor indignación en mi familia».
Después de mucho indagar por sus propios medios, Frank se dirigió a un chat de WhatsApp nombrado Tienda Virtual Copextel y explicó su situación. Entonces fue atendido muy amablemente y con prontitud, algo que agradeció de inmediato.
Pero después de varios meses de espera, le explicaron que la olla arrocera no la tenían en existencia, y que la orden la iban a dividir en dos entregas: primero sería la olla de presión, que finalmente recibió en diciembre de 2024. Y después la arrocera.
«Esta es la fecha en la que absolutamente nadie de Copextel se ha comunicado conmigo, primero para ofrecerme disculpas, y segundo para informarme en qué estado de solución se encuentra mi segundo equipo.
«Me siento realmente estafado, manifiesta. Y peor aún, maltratado por la entidad que debe velar por los derechos del cliente en esa empresa. Nunca el área de Atención al Cliente de ninguna de las entidades prestatarias de servicios con las que he tenido contacto me ha tratado de la forma robótica y tan falta de ética, que frisa con la falta de respeto y de sentido común, como lo ha hecho la de Copextel.
«En resumen, hace ya casi cinco meses desde que se pagaron los equipos. Y todavía no tengo la más mínima idea de cuándo podré recoger y comenzar a utilizar el segundo de ellos. No deseo ni que se disculpen. Quiero que esta pesadilla termine ya», concluye.
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