Acuse de recibo
Jorge Luis Sánchez Gallardo (Rafael Oro No. 255, e/ 12 y 13, Reparto Vázquez. Manzanillo, Granma) cuenta lo que considera un episodio inaudito en comunicación.
Indica que el pasado 20 de noviembre llamó desde las 6:03 p.m. hasta las 6:38 p.m. al 18888, para reportar averías y quejas del servicio eléctrico. Y nadie respondió. Se trataba, dice, de la presunta caída de una fase en el circuito Horacio Rodríguez, que afectaba varias manzanas del reparto Vázquez. Él intuía que no era un apagón por insuficiencia de generación eléctrica.
Se comunicó con dos números alternativos informados por la Empresa Eléctrica de Granma (23411080 y 23411078). Nadie respondía. Llamó al 113 y averiguó otros números de esa empresa eléctrica: 23426704 en Bayamo y 23577278 y 23577360 en Manzanillo. Sin respuesta. Vecinos llamaron al 18888 y tampoco respondían. Después, escuchó en la calle que el circuito Horacio Rodríguez fue dividido en tres partes, y no tenía servicio la parte más pequeña —donde vive.
«No sé si será cierto, porque no he escuchado ni he visto nada en los “canales oficiales”», añade. Diariamente consulto el canal de la Empresa Eléctrica Granma en Telegram y no he visto nada de esa división. Tampoco en la radio local, aunque hace días que casi no puedo escucharla ni por el celular, porque casi siempre está fuera del aire. Si hubiese ocurrido un cortocircuito y se hubiese incendiado un transformador, un poste de madera se hubiese caído al suelo o un cable energizado provocara un accidente, ¿quién respondería por tal irresponsabilidad?
«Tanto que se habla de atención a quejas de la población y de que nos informemos por los canales oficiales, pero los canales oficiales, por lo menos en esta ocasión, no respondieron ni para atender emergencias», concluye.
Rosa María Oliva Ramos (edificio 28B, apto 17, Pueblo Griffo, ciudad de Cienfuegos) está insatisfecha con la aplicación Viajando de la empresa Sitrans, que permite realizar consultas sobre la disponibilidad de pasajes para diferentes destinos que se comercializan por las agencias de Viajero; y la compra en línea de estos por la plataforma de pago Transfermóvil.
Indica que ha tenido muchas dificultades con esa aplicación. Intenta abrirla, termina la carga de su móvil y aún no abre. Y no tiene un lugar donde hacer llegar una queja al Ministerio de Transporte.
«Mucha propaganda y poca efectividad. Hay muchos clientes con la misma situación. ¿Dónde está lo fácil y seguro? ¿Dónde está la protección al cliente?», concluye Rosa María.
Manuel Danet Herrera Rivas (Reina, 355, entre Escobar y Lealtad, Centro Habana, La Habana) cuenta lo que enfrentaron él y sus tres hermanos, desde que el 27 de marzo de 2023, falleció su madre, quien dejó una herencia en el Banco Nacional de Cuba.
Cuenta que al siguiente mes del deceso, fueron al Bufete Colectivo de Centro Habana, y la abogada que los atendió indicó los pasos a seguir: Solicitar la certificación de divorcio de su madre; la certificación de matrimonio de ella y su acto de última voluntad. Al parecer, allí olvidaron indicarles presentar las certificaciones de nacimiento de cada hijo.
Al otro día, fueron al Registro Civil de Prado, a
solicitar los papeles con los sellos. Allí les explicaron que debían hacer la solicitud en Centro Habana, no en otro municipio. Ese día fueron al de Centro Habana, donde no atienden por orden de llegada, sino mediante una aplicación que estaba en la recepción. Les concedieron un turno para atenderlos el mes siguiente. Cuando tocó el turno, dijeron que había que sacar otro para recoger lo solicitado. El otro turno se programó para julio de 2023. Y cuando llegó la fecha, les orientaron que fueran a Playa.
El hermano mayor fue dos veces a ese municipio y en ninguna de las dos veces pudo resolver nada, porque, según le explicaron, no había conexión. Volvieron a Prado a la semana siguiente, y entonces sí era por orden de llegada. El hermano mayor volvió a los 15 días, e indicaron que recogieran los documentos. Estaban las inscripciones de tres. Él, que vive en La Habana Vieja, fue con su carné, pero no tenía las identificaciones del resto de los hermanos. Y no las pudo obtener.
Al día siguiente, les dijeron a los otros tres hermanos que lo que necesitaban estaba en el libro de notario. Que fueran a los 15 días, pero desistieron. Ya era diciembre y esperaron a enero de 2024 para continuar con las gestiones.
«Desde entonces hasta hoy, añade, la persona que nos atendió nos dice que los van a pasar al Archivo Nacional. Y llegaron las últimas contingencias del país (desconexión del sistema eléctrico y huracanes). Ahora, las explicaciones son que los postes están caídos y no hay conexión. Luego de que todo se normalice, veremos qué otro cuento tendrán. Ya vamos para un año y siete meses y nada se ha resuelto», concluye.