Acuse de recibo
El pasado 23 de septiembre, y desde la ciudad de Santiago de Cuba, Agustín Cuello Serrano denunció aquí lo que estaba sufriendo con el servicio de gas licuado su familia, que reside en el poblado de Alto Songo, del municipio santiaguero de Songo-La Maya.
El problema, precisaba, es que a esa localidad la surtían con queroseno para cocinar, producto que dejó de ofertarse, pues se comenzó a comercializar el gas licuado, solo en La Maya, y en Alto Songo, a quienes tenían contratos antiguos de ese combustible.
Y al local inaugurado para almacenar el producto allí, según Agustín pudo averiguar en Atención a la Población del Gobierno Provincial, le faltaba una certificación de explotación por parte de la oficina que se encarga de ello, ya que sin ese documento no se puede poner a funcionar.
El propio Agustín, en visita a Alto Songo, contactó con uno de los delegados del Poder Popular, quien le explicó las infructuosas gestiones que habían realizado, sin ninguna solución. Y decía el propio Agustín:
«No se trata de quitar el servicio a un poblado para dárselo a otro, sino de compartir el producto entre los dos poblados. Le hice varias fotografías a dicho local de abastecimiento de las balitas de gas, que muestran que lo están «canibaleando», concluía.
Al respecto, responde Yarianna Guerra González, directora general de la Empresa Nacional Comercializadora de Combustibles, que se visitó a Agustín y explica que los clientes de Alto Songo reciben el servicio de gas licuado puerta a puerta en condición de reserva, dos veces en el año. El resto de la población recibe la cuota de keroseno, que se encuentra solo al diez por ciento de cumplimiento, debido al déficit de ese producto.
Añade que, cumpliendo con las políticas trazadas por las autoridades en los territorios, la venta liberada de gas licuado en la provincia de Santiago de Cuba fue implementada en el municipio cabecera en 2013; y en las cabeceras municipales de Guamá, Mella, Contramaestre, II Frente (Cruce de los Baños), III Frente (Matías) y Songo–La Maya, en 2014.
En Alto Songo, precisa, no fue concebida la venta liberada desde su apertura, por lo que aún no se cuenta
con un local asignado por el Gobierno para estos fines. El local que Agustín refiere no es un punto de venta de gas licuado. Ese establecimiento pertenece a otro organismo y en este no existen recursos de esa entidad.
Se contactó con la actual delegada de su circunscripción y se le explicó que los cilindros que se encuentran en manos de la población no han sido obtenidos a través de contratos en los puntos de venta de gas licuado, por lo cual no se autoriza su legalización.
«Ciertamente, afirma, la venta liberada de gas licuado en los poblados restantes de esa provincia está paralizada por el déficit de los recursos necesarios para la continuidad del servicio. Nuestra empresa notificará oportunamente la apertura de la venta cuando exista disponibilidad, a través de los medios de comunicación masiva.
«También es cierto que la poca disponibilidad del keroseno afecta considerablemente a la población, por lo que ofrecemos disculpas por las afectaciones que involuntariamente les hemos ocasionado», concluye.