Acuse de recibo
El pasado 25 de febrero, y desde El Caney, en Santiago de Cuba, Carlos Quiala Nápoles manifestaba aquí su preocupación por algo que, a su entender, propicia la corrupción y malos manejos, además de desproteger al cliente de ómnibus Nacionales.
Es la decisión, explicaba, tomada al menos en las oficinas de reservaciones de Ómnibus Nacionales en Santiago de Cuba, de que, si usted reservó pasaje y decide no viajar de improviso por cualquier causa durante las 48 horas previas a la salida del ómnibus, no tiene derecho al reintegro de al menos un por ciento, como era antes. Al no viajar, pierde su dinero. Y el pasaje se comercializa a otra persona.
«¿Quién garantiza que este proceder no dé lugar a triquiñuelas y malos manejos?, cuestionó Carlos. ¿Por qué, según este proceder, se debe cobrar dos veces y hasta más? Por ejemplo, si su reservación es para Camaguey en el ómnibus que va con destino a Sancti Spíritus tiene que pagar todo el tramo aunque se baje en Camaguey. Y desde luego, de ahí en adelante quien tome el ómnibus deberá de abonar nuevamente el correspondiente pasaje», concluía.
Al respecto, responde Oscar Alberto Carbajal Serrano, director general del Grupo Empresarial de Servicios de Transporte Automotor (GEA) que la preocupación fue atendida por la Dirección de la Empresa Viajero, que explicó que los clientes que realizan la reservación de capacidades tanto en tren como en catamarán o en los servicios de Ómnibus Nacionales, pueden reintegrar su capacidad hasta con 48 horas antes de la salida del medio de transporte. Y se le devuelve el ciento por ciento del valor del pasaje.
Añade que esas capacidades reintegradas, en un término de 20 minutos y hasta cuatro horas, vuelven a aparecer disponibles en el sistema automatizado para su comercialización.
Y explica que «a partir de las 48 horas, si el cliente decide no viajar, pierde el derecho a que se le reintegre el costo del pasaje. Esa capacidad pasa directamente a la lista de fallos, y es comercializada como capacidad no confirmada».
Finalmente informa que Carlos fue notificado de lo anterior, y no quedó conforme con la respuesta brindada.
Quizá ese cliente esperaba no una mera reafirmación del proceder, si no más allá: que se le respondieran sus preocupaciones acerca de que la doble facturación podría generar manejos turbios; y también el porqué si un pasajero reserva para un tramo intermedio tenga que pagar como si fuera hasta el destino final.
El pasado 14 de marzo, y desde la ciudad de Camagüey, Irel Dionisio Gómez Moreira contaba aquí que el 11 de enero del actual año, desde Madrid sus familiares le enviaron un esfigmo en el paquete CB236958338ES a nombre de su esposa, Lázara Sánchez López, en la dirección: 1ra. No. 22, entre A y B, ciudad de Camagüey.
El bulto postal llegó sin dificultad a La Habana el 2 de febrero. Ese día fue clasificado en las oficinas de Cambio Internacional de Correos de Cuba. Y desde entonces estaba clasificado allí como hacia Camagüey.
«Yo soy una persona con 71 años, operado del corazón, decía, y necesito controlarme la presión arterial cada ocho horas. Mi esposa ha reclamado a Atención al Cliente y la respuesta es siempre la misma: el grave problema con el combustible. No estoy reclamando algo suntuoso, sino algo en que me puede ir la vida...», concluía.
Al respecto, responde Mirtha Larrinaga Rodríguez, directora general de la Empresa de Mensajería y Cambio Internacional de Correos de Cuba, que al conocer la queja se realizó una investigación detallada del hecho. Y se comprobó que el envío con número de código C8236958338ES se recibió en la Oficina de Cambio Internacional el 2 de febrero de 2024. Y ese mismo día se clasificó para Camagüey.
«La demora en la salida de ese envío, afirma, estuvo dada por el déficit de combustible que existe en el país, que hoy tiene un impacto negativo directo en las operaciones, la transportación y la entrega de los envíos de Correos de Cuba en sus diferentes destinos. Finalmente fue entregado al cliente el 24 de marzo de 2024.
«Declaramos con razón la queja del cliente, a quien ofrecimos las más sinceras disculpas en nombre de la Empresa de Mensajería y Cambio Internacional de Correos de Cuba», concluye.