Acuse de recibo
Hace más de tres años se vienen desbordando las aguas albañales en dos de los cuatro edificios nuevos de Calzada de Buenos Aires 56, esquina a Consejero Arango, en el municipio capitalino de Cerro, denuncia Alfonso Fernández Otero.
Alfonso refiere que, después de numerosas gestiones con la Dirección de Vivienda del Cerro y Aguas de La Habana, se logró contener el sistema colateral del edificio 2, donde él reside. Y hace dos años los registros del edificio 1 se desbordan. Va el camión, limpia fosas, lo destupe, y antes del mes vuelve a verter por todo el costado del edificio 2 hacia la calle.
«En estos momentos, afirma, existe una crítica e insalubre situación con peligro para la vida de los vecinos, por el grado de contaminación, vectores, excrementos de cerdos y mal olor, que no ha sido resuelto por nadie, no obstante los reportes del delegado».
Señala Fernández Otero que en la Calzada de Buenos Aires hay una deuda pendiente de severa inmediatez, para una solución definitiva, bien estudiada y no con curitas de mercurocromo».
Desde el municipio habanero de Cerro, el pasado 22 de febrero, Thais Rodríguez Cruz se quejaba aquí de que desde el día 14 de ese mes no había suministro de agua en el círculo infantil Saltarines del 2000, sito en el Vedado capitalino, donde tiene matriculado a su niño.
Refería que la Directora de esa institución le informó que había reportado esa afectación a las autoridades pertinentes, y aún no había llegado allí la pipa de agua para al menos compensar tan grave situación.
«Conozco, decía, que al restaurante El Jardín, el cual está cercano al círculo, llega la pipa cuando se le solicita. Otra madre preocupada, que reside en Línea y C, a tres cuadras de ese centro infantil, me transmite que aproximadamente cada tres días a su casa llega la pipa, servicio que el Estado ofrece sin costo adicional. «Soy una madre que trabaja para una institución estatal, añadía. Y me he visto necesitada, producto de esta dificultad, de ausentarme del trabajo durante varios días consecutivos, porque no tengo otro apoyo para cuidar al niño.
«No comprendo cómo este problema lleva tantos días sin solución, y no ha sido por falta de ocupación de la dirección del círculo infantil. Esto no solo nos afecta salarialmente a las madres trabajadoras. Además de que dificulta nuestro modesto, pero necesario aporte al país, perjudica la educación tan esmerada que reciben nuestros hijos en esa institución docente».
Al respecto, responde Adriana Batista Lara, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, que la zona donde está el círculo infantil estuvo afectada por bajas presiones en la prestación del servicio de agua por la red, como consecuencia de la rotura de dos motores impulsores de la fuente de abasto Cuenca Sur, encargada de brindar el servicio a ese municipio.
«Siempre que ocurre esta u otra afectación en el servicio de agua por la red, afirma, constituye una absoluta prioridad la prestación del servicio con carros cisterna a hospitales, escuelas, círculos infantiles, hogares de ancianos y casas de abuelos».
Señala que, en visita realizada a ese círculo, se comprobó que los días que esa institución solicitó el servicio de pipas fueron el 19 y 21 de febrero, y en ambas ocasiones se envió el carro cisterna. La Oficina Territorial de Aguas de La Habana no tenía conocimiento de que la institución infantil se encontraba cerrada. Y se le explicó a Thais en visita realizada, además de comunicarle que Aguas de La Habana no presta servicios de carros cisterna al restaurante El Jardín.
Señala que al momento de publicarse la queja, el 22 de febrero, la institución infantil estaba recibiendo el servicio de agua por la red.