Acuse de recibo
El pasado 13 de febrero, y desde Los Pinos, en Los Negros, municipio santiaguero de Contramaestre, Yarelis Acosta Figueredo contó aquí que, como profesora de secundaria básica y madre de tres niñas, allí no ha habido una mirada sensible a la situación tan difícil que presenta.
Refería que no tiene casa donde vivir y está albergada con sus tres hijas en un cuarto que le prestó un tío, donde llueve más adentro que afuera. Se ha dirigido varias veces al Gobierno municipal y ni la han visitado para constatar esas difíciles condiciones.
«Jamás me han dado ningún tipo de ayuda, decía. Mi niña más pequeña, de un año de edad, es alérgica. Ha estado ingresada desde que nació más de cuatro veces con su problema en los pulmones: neumonía bacteriana.
Se presentó en el Gobierno el 1ro. de febrero pasado y habló con el funcionario Karel. Luego contactó por teléfono con él, quien le dijo que no hay presupuesto. Y ella preguntaba si con tres hijas menores no puede ser atendida al menos de acuerdo con la política gubernamental existente con las madres de tres niños o más.
«El salario que cobro, decía, no me alcanza ni para mantener a mis hijas. Además, tengo que viajar todos los sábados a mi universidad. Y los precios elevados… No doy para más… Con tres niñas. ¿A quién debo dirigirme para que me escuche y ayude a solucionar el problema?», concluía.
Al respecto, responde Karel Vázquez López, viceintendente para la Construcción en el municipio, que en visita a Yarelis se conoció que su núcleo familiar está integrado por cinco personas: Yarelis, su esposo y tres niñas, de 11, cinco y un año de vida.
Precisa que Yarelis se incorporó en la base de datos de madre de múltiple descendencia hace un año. Es profesora de la secundaria de Los Negros con un salario de 4 770 pesos. Y el esposo es dependiente cajero de la cadena Cubalse, con un salario básico de 2 500 pesos.
La vivienda donde ellos se encuentran, señala, pertenece a un tío de Yarelis, el que está de acuerdo en donarle esta a ella. La casa tiene un estado regular, que requiere de una rehabilitación y ampliación. Se compone de una sala, una habitación y cocina. Ya en estos momentos están en trámites de legalizar el local a nombre de Yarelis.
Se le explicó que una vez concluido el trámite de legalización pasará al plan estatal para ser atendida en correspondencia con la entrada de recursos al municipio. Y se le comunicó que, aun cuando tiene la necesidad y se le atenderá, según el criterio de los factores de la
comunidad no es el caso más necesitado; por lo cual califica el caso con razón en parte, y pendiente de solución, concluye.
Agradezco la respuesta, aunque en ella no se explica por qué antes de lo publicado ni se le visitó ni se le atendió como se hizo después. ¿Es que acaso la evidencia pública en un periódico es la que compulsa?
Irel Dionisio Gómez Moreira (1ra. No. 22, entre A y B, reparto Imán, ciudad de Camagüey) cuenta que el pasado 11 de enero, desde Madrid sus familiares le enviaron un efimo en el paquete CB236958338ES a nombre de su esposa, Lázara Sánchez López, en la dirección: 1ra. No. 22, entre A y B, ciudad de Camagüey.
El bulto postal llegó sin dificultad a La Habana el 2 de febrero. Ese día fue clasificado en las oficinas de Cambio Internacional de Correos de Cuba. Y desde entonces está clasificado allí: Hacia Camagüey.
«Yo soy una persona con 71 años, operado del corazón, y necesito controlarme la presión arterial cada ocho horas. Mi esposa ha reclamado a Atención al Cliente y la respuesta es siempre la misma: el grave problema con el combustible. No estoy reclamando algo suntuoso, sino algo en que me puede ir la vida...?», termina.