Acuse de recibo
El pasado 16 de marzo, desde el reparto Dalcio Gutiérrez, en Bartolomé Masó, provincia de Granma, Roberto Muñoz Moreno decía aquí que llevaba intentando saber si por fin en ese municipio darían solución al problema del agua presentado en el CDR No. 2 desde hace más de 12 años, y que en los últimos meses se agravó aún más.
Señalaba que allí siempre ha habido problemas con el agua, en cada rendición de cuentas se habla del mismo tema y nunca dan una respuesta o posible solución. En ocasiones el agua falta hasta por más de tres semanas. Y tampoco ponen una pipa que lleve dicho líquido hasta las casas afectadas.
«Te cansas de plantear la situación a todos los organismos, y para ser sinceros, no te prestan atención. Te ignoran. No dan una respuesta y evaden todo tipo de intercambio con tal de no hablar del tema. En este CDR existen personas encamadas, enfermas, diabéticas, niños pequeños…», concluía.
Al respecto, responde Aristónico Alarcón Contreras, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Granma, que Roberto fue visitado en su domicilio por el técnico en Atención a la Población de la UEB Bartolomé Masó, quien comprobó que persiste la referida dificultad con el abasto de agua.
Se le explicó a Roberto, añade, que el déficit de agua en la comunidad se debe a que el sistema de abasto por la red se encuentra muy deteriorado, producto del prolongado tiempo en explotación; y necesita rehabilitarse un tramo de este para así dar solución a su queja.
Y se determinó como solución temporal incluirlos en el ciclo de abasto de agua en pipas que presta la UEB, con una frecuencia de dos veces al mes de acuerdo con la disponibilidad de equipos y combustible.
Además, la brigada de mantenimiento de la UEB fue a la comunidad, hizo el levantamiento de los recursos necesarios para rehabilitar las redes: 60 metros de tubería de 63 milímetros, tres manguitos de 63 milímetros, dos abrazaderas y dos reducidos de 63 por 55 milímetros; los que se demandaron a la Dirección Provincial, fueron asignados y priorizados, pese a que no estaban incluidos en el Plan de la Economía del año en curso. Y actualmente se trabaja en la referida rehabilitación, que se prevé culminar en la primera quincena del actual mes de mayo.
Agradezco la respuesta, la información y la solución anunciada. Aunque no estaba en el Plan de la Economía del actual año, se evidencia que era posible resolver asunto tan peliagudo para esa comunidad, como se hace luego de revelada la queja aquí.
También llama la atención que no se esclarezcan las imputaciones hechas por Roberto acerca de la sistemática falta de atención e información a los pobladores, en cuanto a que «no te prestan atención», «te ignoran», «no dan una respuesta y evaden todo tipo de intercambio con tal de no hablar del tema».
Rolando J. Rizo Oliva (San Gregorio No. 114-C, Víbora Park, Arroyo Naranjo, La Habana) alerta que en esa misma calle San Gregorio, entre Porvenir y Santa María, hay un muro de mampostería de la cerca perimetral del patio de una vivienda, con más de un metro de altura y diez de largo, que se ha inclinado unos 45 grados hacia la calle. Y está a punto de caerse.
Lo peligroso es que los niños tratan de coger mangos de una mata que hay en el patio, sin percatarse del peligro del muro. Y en varias ocasiones, el propio Rolando ha tenido que llamarles la atención a los pequeños y alejarlos de ese peligro.
Como si fuera poco, producto de la erosión de ese muro, se afectó un poste de la electricidad, que fue sustituido semanas atrás por la Empresa Eléctrica, pero ya también se le observa una inclinación hacia la calle. Y detrás de ese hay otro poste de tendido telefónico que también presenta inclinación y está muy cerca del anterior.
«¿Qué sucedería si los cables telefónicos se unen a los de la electricidad? Y si uno de los postes se cae, puede ocasionar a las personas, tanto en vehículos como a pie», termina.