Acuse de recibo
Galia Hernández Sanguinety, vecina de Puerto Príncipe 7B16, entre 9na. y Tegucigalpa, Bellomonte, en la localidad habanera de Guanabo, La Habana del Este, denuncia que hace más de un mes que en ese reparto no entra el agua por las tuberías.
Afirma que los vecinos conocen que hace meses el motor del acueducto Bellomonte, que los abastecía, se rompió; y aun así seguían recibiendo el servicio, pues los habían conectado a los otros dos acueductos con que cuenta Guanabo: el de Playa Hermosa y el de Marbella. Pero ahora, añade, «la situación es tal que no tenemos nada de nada».
Precisa que hace tres semanas habló con el Presidente del consejo popular, quien habló a su vez con la Directora de Aguas de la Habana del municipio. Y a las dos horas hubo agua, que duró casi 24 horas. A partir de ahí, nada de agua.
«A través de mensajes de teléfono, refiere, la Directora de Aguas de la Habana en el municipio, que no contesta el teléfono corporativo y siempre está reunida, nos ha informado que no hay solución. Que la solución será pipas cada diez días».
Galia lo considera insostenible, pues la primera y única pipa apareció por la buena voluntad de una vecina y del chofer de la pipa, el 5 de marzo. «Y esta es la fecha en que no ha llegado más nada, afirma. Como comprenderá, no todo el mundo tiene dónde almacenar agua para 10 días, en caso de que cumplan con la fecha».
Agrega que llamó personalmente a la oficina de la Directora Municipal, la secretaria muy amablemente le recibió la queja y enseguida la inspectora Lisbeth escribió. Pero no está conforme ni con la respuesta ni con el hecho de que nadie se haya personado a dársela.
«Por lo vivido en otras ocasiones, señala, creemos que están manipulando las válvulas de las conductoras, porque… ¿cómo es posible que zonas más altas que la nuestra tengan el servicio las 24 horas, estén llenando piscinas y regando sembrados?»
Precisa que el lunes 6 de marzo a las 6:30 a.m. había un hilito de agua. Lo mismo sucedió a las 4 de la tarde y a las 10 de la noche. Eso, insiste, da la medida de que alguien pone y quita el agua y esa agua no da ni para llenar un cubo.
«Si no hay solución, dice, entonces no llegaría agua ninguna; pero si la Directora llamó, la pusieron y en esos horarios llegó algo, entonces sí hay solución. Lo que hay que hacer el intento, la fuerza,
llegar al lugar, conversar y escuchar a los afectados.
«Sabemos de la sequía existente, pero si existe, debe afectar a todos por igual. Hemos sugerido que repartan el servicio de forma equitativa, cosa que se puede hacer, sea por horarios o por días, como en otros lugares. Porque es una desconsideración y falta de respeto que unos tengan mucha y otros ninguna.
No vemos preocupación ninguna y cada día la situación se torna más crítica. Ni la Delegada del Poder Popular se ha presentado. Por supuesto, cuando llegue el momento de pagar el servicio después de más de un mes, a quién le van a exigir el pago de un servicio que no tenemos», concluye.
Y Ricardo Castillo Masso escribe desde Julio Sanguily 354 B, entre 8 y 9, en el reparto Flores, de la ciudad de Santiago de Cuba, para alertar de un poste del tendido eléctrico frente a su vivienda que está en mal estado y en peligro de caerse.
«Esta situación, señala, es de conocimiento de la Empresa Eléctrica y de cuanto organismo le compete en la provincia. Y sin solución, por lo que urge buscar una respuesta urgente e inmediata para no lamentar pérdidas de vidas innecesariamente», concluye.