Acuse de recibo
El pasado 26 de julio, desde Jovellar 1, apto. 26, entre Marina y Soledad, municipio capitalino de Centro Habana, Alberto Rodríguez González contó aquí que hacía más de tres semanas Aguas de La Habana realizó una reparación en Hospital y Jovellar, que ocasionó una rotura en la red del gas de la calle. Y sencillamente se fueron.
«No tenemos gas para cocinar desde entonces, decía, y no obstante los trabajos realizados por la Empresa de Gas Manufacturado, aún seguimos sin ese importante servicio. Y lo peor de todo es que hemos perdido la esperanza en recuperarlo.
«Muchas familias no tienen las condiciones necesarias para suplir este servicio de primera necesidad. Y por negligencia de alguien nos vemos afectados económicamente, al cocinar con electricidad, cuando se necesita ahorrarla en el país.
«De no resolverse esta situación, ¿se pudiera demandar ante los tribunales por los daños económicos y por los perjuicios que nos han ocasionado a cientos de vecinos?», preguntaba Alberto al final de su carta.
Al respecto, responde Argelia M. Reytor, directora general de la Empresa de Gas Manufacturado de La Habana, que visitó la vivienda de Alberto en varias ocasiones. Y posteriormente, fue el especialista de Atención al Cliente en Centro Habana, quien le explicó las acciones realizadas por la Empresa de Gas Manufacturado en la zona de Jovellar, a raíz de los trabajos realizados por la Empresa de Aguas de La Habana, que dañaron la acometida del gas, provocando afectación del servicio en la zona.
Primeramente, se reportó para el carro de sifón, y aunque se «sifoneó la zona de manera diaria, no fue suficiente para estabilizar la mejora del servicio. La Dirección de Redes y DIP de Remodelación de Redes, trabajaron en diferentes zonas para la renovación de varios tramos, y así lograr la estabilidad del servicio».
Finalmente, añade, se concluyeron los trabajos y se verificó con vecinos de la comunidad la estabilidad y mejoría del servicio, reportando su agradecimiento por los trabajos realizados.
Agradezco la solución y la respuesta, aún cuando Aguas de La Habana, la causante original del problema, ni siquiera se ha dignado en dar la suya.
Y la directora general responde también el planteamiento hecho aquí el pasado 7 de junio por Raúl Lemourt Arceo, vecino de Factor 771, apto. 5, bajos, entre Tulipán y Conill, municipio capitalino de Plaza de la Revolución, en cuanto a que la Empresa de Gas Manufacturado (de la calle) solo atiende los salideros y roturas en la red exterior, y no cuando se registran internamente en el domicilio.
«Si la Empresa no tiene forma de solucionar estos problemas, señalaba entonces Raúl, ¿cómo considera que el particular puede resolverlo con facilidad? El servicio debe incluir las reparaciones dentro de las casas, eso garantizaría la seguridad», concluye.
Al respecto, Argelia explica que se hizo el trámite en el Centro de llamadas de Urgencias, y posteriormente se trasladó la solicitud a la UEB Servicios Mecánicos. Fue visitado Lemourt por el operario de la brigada de mantenimiento, quien comprobó que el escape era interior, en un tramo de la manguera de su cocina.
Se le explicó, añade, que la Empresa no realiza el servicio de instalaciones de cocina con mangueras, sino con tuberías galvanizadas. Y se le indicó que debe gestionar un mantenimiento para la misma, en la reparadora de cocinas de su municipio.
De acuerdo con la respuesta, se reafirma lo que en sí le inquietaba a Raúl. La realidad es que casi todas las entidades que brindan servicios solo atienden la infraestructura exterior, lo que está puertas afuera de la casa. ¿Y adentro? Adentro, si acaso, hay que arreglárselas con los privados a precios muy elevados hoy. Ojalá que Raúl pueda resolver lo suyo «en la reparadora de cocinas de su municipio» que menciona la directora general.